*Lista para conquistar nuevas alturas en el mundo del MMA, llevando consigo no solo el orgullo de Cancún, sino también el sueño de representar a México a nivel profesional. Con su dedicación y disciplina, no hay duda de que su estrella seguirá brillando en las jaulas nacionales e internacionales.

Sergio Masté

A sus escasos 20 años, la cancunense Camila Argueta Morales se consolida como un sólido prospecto en el mundo de las artes marciales mixtas (MMA). Con un récord impecable de 7 victorias sin conocer la derrota, Camila está a punto de dar el salto al profesionalismo, un sueño que ha cultivado desde muy pequeña.

Camila comenzó su viaje en las artes marciales a una edad sorprendentemente temprana. “Inicié a entrenar a la edad de los tres años y empecé a pelear MMA a partir de los 14, ahorita tengo 20 años,” cuenta con orgullo. Este 17 de agosto, la joven deportista se prepara para su próxima competencia nacional en Monterrey, acompañada por sus compañeros de equipo Santiago Sánchez y Alejandra Nieva, representando a Cancún Kundo Lama, academia del profesor Jerry Morales.

UNA PASIÓN HEREDADA

El amor por las artes marciales de Camila viene de su madre, Yuliana Morales, quien también entrena y pelea. “Ahora sí que dirían desde la panza porque mi mamá también entrena y ella me inculcó este deporte desde muy pequeña,” dice Camila. Entrenar junto a su madre no solo ha fortalecido su habilidad, sino también su vínculo familiar. Con un padre futbolista y un hermano nadador, la disciplina deportiva es una característica arraigada en su hogar.

UNA CARRERA INVICTA Y METICULOSA PREPARACIÓN

Con un récord invicto de 7-0, Camila se mantiene enfocada en mantener su racha ganadora. Su más reciente victoria en la Ciudad de México es testimonio de su dedicación y esfuerzo. “Fue una preparación muy fuerte, estuvimos un mes entrenando duro, en la mañana una hora y media y en la tarde dos horas. Fue un campamento duro pero se dieron buenos resultados,” relata.

EL SUEÑO PROFESIONAL Y LA REALIDAD DEL ENTRENAMIENTO

El sueño de Camila es claro: “Poder pasar a profesional y representar a México.” Aunque siente que aún le faltan algunos detalles por pulir antes de dar ese gran paso, su determinación es inquebrantable. Las lesiones no la han detenido; solo ha tenido que lidiar con las típicas orejas de coliflor de los luchadores, nada que un buen drenaje no pueda solucionar.

EQUILIBRIO ENTRE DEPORTE Y EDUCACIÓN

Además de su carrera en MMA, Camila también se dedica a sus estudios de nutrición. Para ella, combinar el deporte con su educación le brinda un balance esencial en su vida. “Uno me ayuda a no perderme en lo del otro, entonces como que me da un balance en mi vida y me ayuda y me gusta mucho la verdad,” explica.

INSPIRACIÓN Y SACRIFICIOS

Camila admira a la campeona Alexa Grasso, cuyo espíritu de lucha la inspira a seguir adelante. Los sacrificios, como la estricta dieta antes de las peleas y el tiempo lejos de sus amigos, son parte de su camino hacia el éxito. Afortunadamente, sus amigos la apoyan y celebran sus logros, entendiendo los sacrificios necesarios para alcanzar sus metas.

EL VALOR DE LA DISCIPLINA

A pesar del miedo y la adrenalina al pisar el hexágono, Camila se transforma en una luchadora determinada y valiente. “Es un sentimiento raro, sientes mucha adrenalina al mismo tiempo pero a la vez una calma. No sé cómo explicarlo pero cuando entras y se hace el trabajo, creo que el miedo ya después se desaparece,” dice.

Para Camila, las artes marciales no solo son un deporte, sino una herramienta de empoderamiento y seguridad personal. Ella anima a los padres a apoyar a sus hijos en este camino, asegurándoles que, más allá del miedo, este deporte puede brindar una confianza invaluable.