El día comenzó lleno de amnistía, perdón, olvido y hasta justicia.
Con la novedad de que la maestra Elba Esther Gordillo salió libre, exonerada totalmente, el día en el que le fue entregada la constancia como presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos a AMLO.  Nada es casual. “Sólo falta que a la maestra se le ofrezca una disculpa a nombre de todos los mexicanos”.  Se ha escrito tanto sobre ella, lo de las 59 Hummers regaladas a dirigentes del SNTE, lo de sus compras en dólares de accesorios de marcas como Chanel, Louis Vuitton, Hermès, nóminas faraónicas, corrupción en alta, impunidad, alianzas perversas, que no podemos solamente decir o conformarnos con que Dios la perdone, o que la amnistía la perdone, porque los mexicanos no creo; ni perdón, ni olvido. Éste es el mejor ejemplo de cómo se encuentra el sistema de procuración de justicia en este país del perdón y del amor, “perdón sí, olvido no”. Como diría doña Esa: “Esto apesta Chuli, tiene un tufo a perro mojado”; asi se despidió, cruzó su rebozo y dijo en tabasqueño: “Te voa tumbá tréj diente, diantre”.
También destacaron noticias como la ratificación de la sentencia de 112 años de prisión  al pederasta de origen libanés Jean Succar Kuri, con todo y sus poderosas relaciones, entre las que destacan YUNES LINARES, GAMBOA PATRÓN, KAMEL NACIF (el Rey de la Mezclilla), MARIO MARÍN (el gober precioso) entre muchos  otros, parafraseando a “ya sabes quién”, entonces ¿PERDÓN si?, ¿olvido no? (¿qué significa en materia de justicia “olvido no”?), ¿que DIOS LO PERDONE? Ni madres, porque en Quintana Roo no lo olvidamos ni lo perdonamos. ¿Verdad, Lydia?
Continuó la jornada con  las duras críticas a la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, porque hace un par de días lució entre vestido y joyas más de 120 mil pesos de la casa Tiffany’s, lo que no le resta méritos e inteligencia a la ex ministra de la SCJN, a quien parece no importarle la postura de AMLO sobre el ahorro y la austeridad, se le nota que le tocaron los buenos tiempos, y no predica con el ejemplo. No es cosa de merecer, tener y hasta ser millonaria, si no hay congruencia con los millones de mexicanos en pobreza extrema que con sus esperanzas depositadas en las unas a favor de AMLO obligan a ser coherente con el discurso de la mentada cuarta gran transformación de México, sobre todo cuando será investida como súper secretaria de Gobernación.  AMLO diría: “Esas son críticas sin fundamento “, pobrecita Doña Olga. Ahora resulta…
Sin quedarse atrás, Tatiana Clouthier vuelve a ser noticia, presume modestia y proclama: “Yo no puedo decir ‘yo fui la chingona que hizo que Andrés ganara’, porque no es cierto”. Se nota la “modestia” y la necesidad de reconocimiento de la diputada federal electa y ex coordinadora de campaña de AMLO, dado que nadie se lo preguntó, entonces lo que quiere es que se lo pregunten, pero sobre todo que se lo reconozcan… ¡Se acabó el papel!