Canto del Gallo
23 Ago. 2018El día de hoy recibimos un “boletín oficial” impresionante y caímos en la tentación de hacer algunas sencillas observaciones. Es menester comentar que, así como hay diferencias de opinión sobre este documento, también hay coincidencias. Este comunicado, que se apoya en una publicación del respetado periódico Reforma, abunda en explicaciones innecesarias para ser un boletín de gobierno, como es el recuento de los incidentes más violentos de los últimos dos años.
Sostiene el citado diario que en ocho de los 12 estados de la República en los que hubo cambio de gobierno aumentó drásticamente la delincuencia y el narcotráfico, debido a un “rompimiento” del vínculo de las autoridades estatales con el narco.
En este boletín, el Gobierno del Estado no niega –por el contrario, reconoce– el aumento de más del 400 por ciento de los índices de inseguridad y violencia en Quintana Roo, pero lo más increíble es esta parte, dice: “Desde que el gobernador de Quintana Roo Carlos Joaquín inició su gestión en septiembre de 2016 enfrentó una racha de violencia…” (2016, año de inicio de la matanza), y de allí pasa al recuento: el 22 de diciembre de ese año, hombres armados balearon el bar “Mandala” hiriendo a empleados y comensales por igual, el saldo fue de tres muertos y varios heridos; también se registró otra balacera en la feria navideña de Cancún y el saldo fue de dos muertos y varios heridos de gravedad.
Así continua el boletín oficial: el 24 de diciembre, es decir, en Nochebuena, se arma otra balacera, rafagueo y persecución en plena avenida Tulum, justo frente al palacio municipal de Cancún y la madrugada del 16 de enero se registró la matanza en el bar “Blue Parrot” de Playa del Carmen, con un saldo de siete muertos y “n” cantidad de heridos, noticia que dio la vuelta al mundo.
Por si esto no complicara las cosas, dice el boletín, al día siguiente se registró el ataque masivo a la Fiscalía General del Estado, donde está el C4 en Cancún, resultando al menos cuatro muertos, entre ellos un policía ministerial, y varios heridos. Así continua este comunicado, como si fuera un parte policiaco.
Señala fuertemente a dos gobernadores de estar vinculados directamente con el Cártel de Sinaloa que presuntamente dirige “Doña Lety”, hoy presa por cargos relacionados con la delincuencia organizada y narcotráfico. Estas imputaciones expresas de “complicidad” , dada la seriedad del tema, no se entiende que se litiguen vía boletín oficial, sino a través de denuncias penales ante las instancias federales correspondientes.
Dicho texto también “descubre”, reconoce y por tanto acusa lo que todos ya sabemos pero que no habíamos visto plasmado en un boletín oficial: la infiltración de los mandos y agentes policíacos por parte del narco. Para cerrar con broche de oro, según el boletín, estos hechos fueron denunciados por los periodistas José Chan y Rubén Pat, ejecutados últimamente… “carambola de tres bandas”.
No tiene desperdicio, porque confirma el conocimiento de la autoridad en la venta de “las plazas” al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) lo que en teoría fortalece la hipótesis del avance territorial de dicha organización delictiva y su irrupción en septiembre de 2016.
Reconoce también el boletín oficial que existe una violencia “sin precedente”, responsabilizando además al propio gobierno federal de estarlo permitiendo, basando sus acusaciones en grabaciones hechas por los propios narcotraficantes.
Como diría doña Esa: “¿este boletín fue autorizado por el gobernador Carlos Joaquín?, ¿le dio el visto bueno el secretario de gobierno?, la verdad Chuli es que entiendo la buena intención de este documento, pero creo que no se comunicó correctamente, me parece que alguien no está haciendo bien su trabajo”. ¡Se acabó el papel!