Canto del Gallo
31 Ago. 2018Con enojo, pero sin sorpresa, me cayó la noticia sobre las compras de café, agua, refrescos de cola y alimentos diversos en la Apiqroo, gastos inflados y estratosféricos, además de que esos productos no fueron para el consumo del personal, sino para otros fines que sólo conoce la titular de la dependencia, según denunciaron los mismos trabajadores que pidieron la secrecía por temor a represalias.
En términos generales, la PANISTA Alicia Ricalde Magaña, titular de la Apiqroo, infló la compra de estos productos fuera de toda realidad. Según confirman anexos del oficio número API.DG.GJ.UT.076.18, en el cual la misma dependencia da respuesta vía su unidad de transparencia a los cuestionamientos por la compra de café hasta en 497 pesos el kilo y los garrafones de agua hasta en 806 pesos.
Las respuestas son increíbles, afirma doña Licha que “el café tiene costos muy variables”, que “a veces 1.2 kilos cuesta 139 pesos y otras veces 497 pesos”. WTF.
También asegura el oficio, al puro estilo de la corruptocracia, que “un garrafón de agua de 20 litros cuesta 806 pesos”, ¡uay! Estas son las compras reportadas por Apiqroo en un año fiscal y sacando cuentas estrictamente aritméticas. Falta ver a qué costo se adquieren las cocas de dieta, los Gatorades y demás productos de las marcas consentidas de doña Alicia Ricalde Magaña.
Testimonios recogidos entre los empleados de la dependencia señalan que, en todo caso, ninguna de estas compras INCREÍBLES están a disposición del personal y enfatizan que “hay que investigar a fondo ya que esas compras son fantasmas o para desviar recursos”, “a nosotros nos mandan a comprar al Oxxo”, acusaron molestos que la respuesta de Licha siempre es ésta: “Aquí en API puro felixista y borgista hay y se van a la chingada”.
Como diría doña Esa: “Neta Chuli, tiene razón Licha, el café esta carísimo y escaso, yo por eso compro mi chai late de 71 pesos en Starbucks. Ya oí que está pasando el del agua, mejor voy corriendo por mi garrafón. Pero que interesante lo de doña Licha, ¿no crees? Está escupiendo para arriba”. ¡Se acabó el papel!