MÉXICO.- En los últimos 20 años las organizaciones criminales mexicanas se han fortalecido y extendieron sus redes financieras y de suministro en varios continentes hasta incluir al menos 50 jurisdicciones, de acuerdo con informes oficiales de México y Washington recogidos en una investigación del diario El Universal.

Según un reporte del Servicio Legislativo de Investigación del Congreso estadounidense, el Cártel de Sinaloa, considerado la organización narcotraficante más antigua y establecida de México, con ingresos anuales por cerca de 3 mil millones de dólares, tendría “una presencia sustancial en unos 50 países” de América, Europa, África Occidental y el Sureste Asiático.

Su especialidad, resalta, es el contrabando de enervantes de Colombia, Perú y Bolivia, así como de los producidos en México (amapola, heroína, metanfetaminas y mariguana) a Estados Unidos.

Por su lado, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que fue calificado por el Departamento del Tesoro estadounidense en 2016 como una de las “organizaciones narcotraficantes más prolíficas y violentas” del mundo, desarrollaría operaciones en América, Asia y Europa.

Es responsable, asienta el informe, de distribuir cocaína y metanfetaminas a lo largo de “10 mil kilómetros de la costa del Pacífico en una ruta que va desde el Cono Sur hasta la frontera con Estados Unidos y Canadá”.

En 2012, El Gran Diario de México publicó un reporte de la Procuraduría General de la República (PGR) en el que se expuso que el Cártel de Sinaloa tenía conexiones en 13 países de América, así como en España y Australia, mientras que Los Zetas y el cártel del Golfo las establecieron en nueve naciones del hemisferio, seguidos por los cárteles de Juárez y de Tijuana en cinco y dos países, respectivamente.