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SÍDNEY.- Las mascarillas de tela caseras probablemente necesiten un mínimo de dos capas, y preferiblemente tres, para evitar la dispersión de gotas virales de la nariz y la boca asociadas con la propagación de COVID-19, indica un estudio hecho en Australia.

Un equipo de investigadores comparó la efectividad de los revestimientos faciales de tela de una o dos capas (tela de algodón de 175 g/m, con un recuento de hilos de 170/pulgada) con una máscara facial quirúrgica de tres capas para reducir la propagación de las gotas que se emiten al hablar, estornudad o toser y que son el vector de transmisión del virus.

La cubierta de una sola capa estaba hecha de una pieza doblada de camiseta de algodón y cintas para el pelo; la cobertura de doble capa se realizó utilizando un método de costura.

Los investigadores utilizaron una cámara de alta velocidad para filmar la dispersión de gotitas en el aire producidas por una persona sana sin infección respiratoria, al hablar, toser y estornudar mientras usa cada tipo de máscara.

La grabación de video mostró que la mascarilla quirúrgica de tres capas era la más efectiva para reducir la dispersión de gotas en el aire, aunque incluso una sola capa de tela en la cara redujo la propagación.

Pero una cobertura de doble capa era mejor que una sola capa para reducir la propagación de las gotas al toser y estornudar, mostró la videograbación.

Varios otros factores contribuyen a la efectividad de las máscaras faciales de tela, señalan los investigadores. Estos incluyen el tipo de material utilizado, diseño y ajuste, así como la frecuencia de lavado.