SABADELL.- Un equipo del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont
descubrió que el homínido más antiguo, el Ardipithecus ramidus, de una antigüedad de 4.4
millones de años, ya presentaba adaptaciones que favorecían el bipedismo, pero también
comprobaron que el dedo gordo del pie evolucionó mucho más tarde que el resto, y que
conservó su capacidad prensil hasta hace unos 2 millones de años, coincidiendo con la
aparición de los humanos modernos.