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TOKIO.- En 2023, durante la construcción de una fábrica en Maebashi, al norte de Japón, se hizo un hallazgo extraordinario: un tesoro de más de 100,000 monedas antiguas enterradas en fardos cuidadosamente atados con cuerdas de paja. 

El yacimiento, de un kilómetro de longitud, despertó inmediatamente el interés de historiadores de todo el mundo, ya que las monedas cubren un lapso de casi 2,000 años, y ahora, una investigación japonesa revela detalles inéditos y sorprendentes.

Durante el último año, el estudio de 334 de las monedas ha confirmado que algunas de las más antiguas datan del año 175 a.C. Las más recientes, están fechadas en 1265 d.C., lo que amplía el contexto histórico del hallazgo y demuestra la larga persistencia de la circulación monetaria de Japón.

Las monedas fueron encontradas en 1,060 paquetes, y cada uno de ellos contenía unas 100 monedas. Entre ellas, destaca la Banliang, una moneda china que data de hace unos 2,200 años, propia de la dinastía Qin.

Según la revista cultural italiana Stile Arte, el hallazgo demuestra no solo ser un importante testimonio del pasado japonés, sino también un puente económico entre Japón y los países vecinos durante siglos de intercambios comerciales y culturales.

Desde el momento del hallazgo, los investigadores plantearon que fue enterrado durante el período Kamakura (1185-1333), una época caracterizada por guerras y tensiones políticas en Japón.

Además, apuntaron que fueron custodiadas con la esperanza ser recuperadas en el futuro, tal vez por una familia noble de la región de Kozuke, que alguna vez fue un centro político y comercial crucial.