JERUSALÉN.- El presidente de Filipinas Rodrigo Duterte ofreció disculpas al
exmandatario estadounidense Barack Obama por llamarlo «hijo de puta» en 2016, en medio
de las críticas que entonces hizo EEUU sobre las ejecuciones extrajudiciales en su guerra
contra la droga, lo que deterioró las relaciones entre ambos países. Duterte dijo en su viaje a
Israel que las relaciones con Washington han mejorado desde la llegada al poder de Donald
Trump, a quien calificó de «buen amigo» y afirmó que están en sintonía.