WASHINGTON.- Las autoridades de inmigración de Estados Unidos han perdido el rastro de más de 32 mil menores migrantes que ingresaron al país sin compañía entre 2019 y 2023, dejándolos en situación vulnerable tras ser entregados a familiares o patrocinadores. Un informe del Departamento de Seguridad Nacional revela que estos niños, que no se presentaron a sus audiencias en las cortes de inmigración, corren un mayor riesgo de ser víctimas de trata, explotación o trabajo forzado. La investigación, que cubre tanto la administración de Trump como la de Biden, destaca la necesidad urgente de un sistema automatizado para rastrear a estos menores y garantizar su seguridad. A pesar de las recomendaciones, el ICE ha sido criticado por su incapacidad para monitorear adecuadamente a los niños liberados de la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos, lo que ha sido utilizado políticamente por el expresidente Trump para señalar fallos en la gestión actual, aunque los problemas también se remontan a su propia administración. (Agencias)