WASHINGTON.- La administración del presidente estadunidense Donald Trump anunció que dejará de dar asilo político a las víctimas de violencia doméstica o de pandillas, una nueva política que de inmediato fue denunciada por el Partido Demócrata como “cruel” e “inhumana”.

El procurador general de Justicia, Jeff Sessions, sostuvo que a partir de este momento, los jueces migratorios no deben considerar la violencia doméstica ni la cometida por “actores no gubernamentales” como una justificación legal para el otorgamiento de asilo

“Un extranjero puede sufrir amenazas y violencia en un país foráneo por muchas razones relacionadas con sus circunstancias sociales, económicas, familiares o personales. Sin embargo, el estatuto de asilo no ofrece alivio para todas sus desgracias”, escribió Sessions.

El presidente del opositor Partido Demócrata, Thomas Perez, calificó la decisión de la administración Trump como “cruel, enferma, descorazonada e inhumana”.

Perez indicó que “no existen palabras… para describir plenamente el carácter” de esta medida, pues al excluir del asilo a las víctimas de abuso doméstico y de las pandillas, “Trump está atacando a las gentes más vulnerables de nuestra sociedad”, deploró.

Expertos creen que miles de víctimas de violencia podrían ser afectadas por la disposición de Sessions, adoptada en medio de un repunte de detenciones en la frontera de inmigrantes procedentes de Centroamérica, algunos de los cuales huyen de las pandillas.

La administración Trump detuvo a 51 mil 912 inmigrantes en la frontera suroeste de Estados Unidos en mayo pasado, un aumento de 160% en relación con el mismo mes de 2017, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).