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EDIMBURGO.- Un reciente estudio publicado en la revista Nature revela que la Piedra del Altar de Stonehenge, una de las estructuras más icónicas del monumento, proviene del noreste de Escocia, a 750 kilómetros de su ubicación actual en el sur de Inglaterra. Durante mucho tiempo se creyó que esta piedra, un bloque de arenisca de seis toneladas, se originaba en Gales, pero nuevos análisis han demostrado lo contrario.

Investigadores de la Universidad de Curtin analizaron la edad y la composición química de los minerales en fragmentos de la Piedra del Altar, descubriendo que sus características coinciden con rocas de la Cuenca Orcadiana en Escocia. Este hallazgo sugiere que la piedra fue transportada a Stonehenge hace unos 5,000 años, durante la era Neolítica.

El transporte de una piedra tan masiva a una distancia tan larga plantea preguntas sobre las capacidades tecnológicas y la organización social de las comunidades prehistóricas. Según los investigadores, es probable que la piedra haya sido trasladada por mar a lo largo de la costa británica, lo que indicaría la existencia de redes comerciales y una coordinación social más avanzada de lo que se creía posible en ese período.

Este descubrimiento no solo reescribe la historia de Stonehenge, sino que también proporciona una visión fascinante de la vida en la Gran Bretaña prehistórica, mostrando que las comunidades neolíticas estaban más conectadas y organizadas de lo que se pensaba.