*»Me gustaría llegar a ser profesional y que me conocieran más que nada por el pugilismo», afirma, mostrando sus ambiciones y sueños en este deporte

Sergio Masté

CANCÚN, Quintana Roo – Hanna Emilia Martínez Arroyo es más que una simple joven. Con tan solo tres años en el mundo del boxeo, esta talentosa pugilista amateur ha demostrado una determinación y pasión que la distinguen en el ring, alumna de la academia de JJ Viveros.

La historia de Hanna en el boxeo comenzó de una manera casual, como tantas otras grandes historias. «Mi hermano entrenaba, y una vez llegó y me mostró su sparring y me llamó la atención», relata. Desde ese momento, Hanna supo que el boxeo sería una parte fundamental de su vida.

Con una trayectoria que incluye participaciones en eventos amateurs como los Guantes Dorados y torneos municipales, Hanna ha experimentado tanto el sabor de la victoria como la amargura de la derrota. «Gané cinco y perdí tres en los Guantes Dorados», revela, mostrando una honestidad y valentía admirables.

Pero las derrotas no han detenido a Hanna. Por el contrario, la han motivado a esforzarse aún más. Actualmente, se prepara para enfrentar uno de los mayores desafíos de su carrera: el Festival Olímpico de Boxeo 2024, que se llevará a cabo del 20 al 27 de abril en Oaxtepec, Morelos. Este evento es clasificatorio para representar a México en los Juegos Panamericanos Juniors Paraguay 2025.

«Es un reto para mí», afirma Hanna con determinación. «Me gustaría llegar a ser profesional y que me conocieran más que nada por el boxeo», agrega, mostrando sus ambiciones y sueños en este deporte.

Intensidad en cada pelea

Cuando se le pregunta a quién admira, Hanna no duda en mencionar a Isaac ‘Pitbull’ Cruz, quien recientemente conquistó el título superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). La determinación y el coraje de Cruz son una inspiración para Hanna, quien espera seguir sus pasos en el mundo del boxeo.

Para Hanna, el boxeo no es solo un deporte, es una pasión que impulsa su vida. «Cuando me subo a un cuadrilátero y empiezo a boxear, es mucha adrenalina», explica. «Es como la frase que dice ‘el cuerpo está cansado pero la mente descansa'», agrega, describiendo la intensidad y el enfoque que experimenta en cada pelea.

Los sacrificios que hace Hanna en su búsqueda del éxito son evidentes. «Salgo a correr todos los días en las mañanas», comparte. «Tengo que salir dos horas antes de la escuela para entrenar, lo que me perjudica en mis calificaciones. Además, tengo que seguir una dieta estricta», revela, mostrando el compromiso y la disciplina que implica su entrenamiento.

A pesar de los desafíos, Hanna cuenta con el apoyo incondicional de su familia. «Mi mamá más que nada, primero la escuela antes que el boxeo», enfatiza. Para Hanna, el boxeo es su plan A, su pasión y su sueño, pero también entiende la importancia de tener una educación sólida y un futuro prometedor.