Cancún, el lugar que pensé conocer

Roberto Guzmán

No sé usted, mi estimado lector, pero hoy en la mañana de nueva cuenta me hice la pregunta en torno a lo que sucede en Cancún del porqué continúo teniendo miedo ante el aumento cada mañana de tanto ejecutado y del desconcierto y hartazgo que comienzo a tener de esta ciudad luego de vivir en ella por casi treinta y cinco años.

El tema de las violencias y la inseguridad dominan los encabezados de muchos medios como en notas de redes sociales, remarcando cómo Quintana Roo y sus once municipios se están transformando. En especial Cancún, al ajeno imaginario de los extranjeros quienes continúan visitándolo para conocer sus parques, sus playas, los cenotes, su comida y sus antros, pero sobre todo la riqueza cultural de nuestros mayas. Pero no obstante, seguro estoy de que desconocen la terrible imagen que desde hace 18 meses está traspasando las fronteras por una sangrienta guerra librada entre cárteles que no solo atemoriza a los que vivimos aquí, sino a miles de turistas por el miedo provocado al disparar en los arenales y playas, comienza a verse en las cancelaciones de cuartos y en la disminución de visitantes al publicar sus gobiernos Warnings por la inseguridad en los destinos turísticos por estos ajustes de cuentas entre tiradores de droga.

Si quisiéramos hacer un recuento de los que van en el año y documentar casos de violencia, sería muy sencillo pues encontraríamos fácilmente notas en la prensa de la cantidad de descabezados, de descuartizados, de embolsados, levantados y hasta ensabanados que en plena Zona Hotelera aparecieron en este año 2021 como en el resto de los municipios.

Pero qué paso, en qué momento Cancún cambió, si sus playas se continúan promocionando entre las más bellas del mundo y no pasa nada. Qué hizo que cambiara Cancún si más de 6 millones de personas lo visitan al año y continúan arribando. Porque en Cancún matan, roban y extorsionan y nadie protesta…

Mi estimada presidenta y aspirante; qué respuestas a preguntas unísonas al grito de ¡ya basta! nos va a dar usted, cuando miles de ciudadanos estamos hasta la madre de tanta inseguridad. Qué nos puede usted aconsejar al igual que el Ejecutivo del Estado para que ya no sintamos miedo y para que nuestras familias estemos a salvo de encontrar una bala perdida en un antro playa o restaurante de la ciudad.

Considero que ante la pasividad del estado como su silencio, debieran sentir la responsabilidad de por lo menos no traicionar a aquellos que los eligieron para un cambio y para gobernar mejor sin despensas o mochilas. Pero para mí que no voté por ustedes, considero que sus omisiones y la falta de inteligencia policial nos están preocupando, como a muchos ciudadanos más quienes ya ni a nuestras mascotas podemos pasear en los parques por las noches por temor a sufrir un asalto. Posiblemente la violencia extrema para ustedes no existe ya que al no haber signos de una presencia del crimen organizado a nosotros no nos debiera preocupar, pues sencillamente afirmarían que lo que sucede son incidentes comunes, y actos de cualquier ciudad triunfante.

Pero para quienes llegamos a vivir a Cancún hace más de 35 años y para otros que están llegando después de la pandemia, nos está resultando difícil acostumbrarnos no solo a vivir entre militares armados, secuestros, levantones dentro de los antros, balazos en las playas, también seguir presenciando incidentes violentos sin ninguna importancia para el gobierno.

Pero ¿este es el Cancún al que algún día llegaste pensando que era el paraíso?