Ni una mancha. Todo su pelaje es de un blanco uniforme. Y, por definición, ese blanco es resultado de la ausencia de color. Los gatos que son así, además de lo que tiene que ver con la capa más superficial de su organismo, presentan una serie de características propias. 

La doctora especializada en medicina veterinaria Hannah Hart compartió el dato de que sólo un 5 % de los gatos tienen el pelaje totalmente blanco. Hay algunos cachorros que nacen con todo su pelo así y un pequeño casco con un tono distinto, expone por su parte la juez de la asociación Cat Fanciers’ Association (CFA), Teresa Keiger. “Ese es el tono que tendría el gato si la melanina se activara para producir color”, dijo la experta a la página especializada en mascotas Rover. 

Estos gatos blancos no son de una única raza, pueden serlo de cualquiera. Una de ellas es la Khao Manee. Esta, sin embargo, destaca especialmente. El motivo reside en que, según Rover, es la única especie gatuna que es, en su totalidad, blanca pura. 

Su nombre, procedente del tailandés, significa “como diamantes blancos”. Y es, según la ya citada web, una referencia al pelaje blanco y ojos claros que suelen presentar los animales que pertenecen a esta raza de gato. 

Ahora bien. Según explica la doctora Hart, el hecho de que un gato sea blanco en su totalidad no significa que sea albino. Aunque los mininos albinos sí que son totalmente blancos. Los gatos que no presentan ningún color en su pelaje “pueden tener los ojos de color oscuro o manchas oscuras en las patas o la nariz”, detalló la veterinaria. 

Los gatos blancos, de acuerdo con Hart, “tienen algo de melanina y pigmentación, solo que menos que los gatos con pelaje de color más oscuro”, explicó. (Huffington Post)