El diputado plurinominal del PAN Eukid Castañón Herrera, exhibido en días pasados como responsable de un centro de falsificación de boletas electorales en Puebla, posee una oscura trayectoria como operador de las redes de espionaje del ex gobernador Rafael Moreno Valle, experiencia que estaría repitiendo en Quintana Roo, donde también fue encargado de coordinar el abordaje de la “ola poblana” que desplazó a miles de servidores públicos en la actual administración

CANCÚN.- El hallazgo de un presunto centro de operaciones del PAN en el Hotel MM de Puebla, con impresoras, boletas y sábanas electorales falsificadas que fueron exhibidas por militantes de Morena, puso en los reflectores públicos de nueva cuenta a un personaje de oscura trayectoria, el diputado plurinominal blanquiazul Eukid Castañón Herrera, señalado como uno de los operadores más cercanos del ex gobernador Rafael Moreno Valle, responsable de una bien tejida red de espionaje en ese estado, encomienda que presumiblemente ejerce en Quintana Roo en la actualidad, de acuerdo con diversas fuentes. 

El conflicto escaló el pasado martes, cuando un grupo de seguidores de Miguel Barbosa, candidato del bloque Morena-PT-PES, irrumpió en el exclusivo hotel, localizado cerca de la colonia las Ánimas en la capital poblana, que funcionaba como centro de operación de Martha Erika Alonso, abanderada de la coalición PAN-PRD-MC.

Tras el incidente, el saldo fue de una docena de heridos, la detención de 62 personas –entre ellas, el magistrado Israel Mancilla Amaro, identificado también como cercano a Moreno Valle–, así como el aseguramiento de material electoral por parte de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), según confirmaron autoridades federales y locales.

Cabe señalar que el principal “espectáculo” del día lo brindó Eukid Castañón, cuando, en estado de ebriedad, protagonizó una gresca, tropezó, cayó al suelo y vomitó ante los militantes de Morena, antes de ser llevado a rastras del lugar.

Costoso “asesor”

El paso de Castañón Herrera por la entidad se remonta al 2008, cuando, de acuerdo con registros periodísticos, siendo militante del partido Movimiento Ciudadano, vendió al presidente municipal de Benito Juárez, Gregorio Sánchez Martínez, un millonario proyecto de “reingeniería administrativa” cuya mayor trascendencia, según sus críticos, consistió en renombrar como “direcciones” las que hasta entonces habían sido conocidas como “secretarías”.

Su nombre salió a relucir nuevamente en el 2016 como integrante del equipo de transición del entonces gobernador electo de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, desde donde se encargó de coordinar el arribo de numerosos enviados de Moreno Valle para acaparar cargos en el naciente gobierno, acción que llevó al despido de aproximadamente tres mil 500 servidores públicos quintanarroenses para dar cabida a la “ola poblana”.

Ya desde noviembre de 2014 el diputado federal Enrique Doger señalaba a Castañón de tener a su servicio un equipo de infiltración y seguimiento, luego de ser víctima de un robo a su casa de gestión.

La acusación sería reiterada, alcanzando niveles de escándalo en agosto del 2017, cuando un ex agente de inteligencia del CISEN, Rodolfo Raúl González Vázquez, denunció ante la PGR a Moreno Valle por encabezar una oficina de espionaje con fines no sólo políticos, sino “criminales”, controlada al alimón con Eukid Castañón Herrera y Roberto Rodríguez Acosta.

En conferencia de prensa, González Vázquez afirmó que entre los espiados se encontraban el presidente Enrique Peña Nieto, el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el

hoy canciller y ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso; la hoy secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y ex titular de Sedesol, Rosario Robles; así como el ex candidato presidencial José Antonio Meade, entonces secretario de Hacienda. Por si fuera poco, González Vázquez dijo que la célula de espionaje mantenía “en la mira” a objetivos ciudadanos para “eliminarlos”.

La perversidad de Castañón Herrera, erigido en émulo del temido “capo” del FBI John Edgar Hoover, le llevó, según el denunciante, incluso a espiar a su propio empleador y tutor, Moreno Valle.

El espía que surgió del frío

En Quintana Roo, la relación visible de Eukid Castañón con el gobierno se mantiene a través de su despacho “Solución Total Consultores y Corporativo Ealog”, de acuerdo con una investigación del diario Por Esto!, como parte del denominado “cartel poblano” que arribó a puestos claves de la administración estatal, entre quienes se cuentan el hoy ex secretario de Finanzas, Juan Vergara Fernández –otro allegado a Moreno Valle, sometido a proceso bajo libertad por su presunta responsabilidad en delitos de lavado de dinero–; Rocío Moreno Mendoza, coordinadora de Vinculación Gubernamental; Héctor Hernández Sosa, a cargo de la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo de Quintana Roo; Eduardo Rivera Pérez, de UDLAP Consultores; y José Antonio Mendoza Ramírez, coordinador general de los Centros de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C4).

Sobre la cercanía de Castañeda con Juan Vergara Fernández, por cierto, el portal e-consulta reportó apenas el pasado jueves 5 de julio una reunión, “al filo de las 14 horas” de ese día, entre ambos personajes “en el hotel Presidente Intercontinental, de la zona de Polanco en la Ciudad de México”.

Por debajo de la superficie, conforme a testimonios de empresarios chetumaleños –cuya identidad piden mantener en el anonimato, por temor a represalias–, Castañón estaría encargado del aparato de información y espionaje del gobierno estatal, mediante el empleo de sofisticados equipos adquiridos en Puebla durante la administración de Moreno Valle, supuestamente “desaparecidos” y de cuya operación estaría a cargo Mendoza Ramírez, según las mismas fuentes.

Eukid Castanón, además, ha sido denunciado por un grupo de ejidatarios de Puerto Morelos, quienes lo acusan de fraude y robo por un millón y medio de pesos, luego que pidiera dinero a cambio de entregar apoyos de un Fondo de Ecoturismo, con la complicidad de la empresa Soluciones Totales S. A de C. V., el cual jamás les dio.