Con 45 años, el portero Essam El Hadary, de la selección de Egipto, se convirtió este lunes en el jugador más longevo que disputa un partido en una Copa Mundial, al alinear como titular en la derrota de los Faraones frente a su similar de Arabia Saudita por 2-1. El Hadary se quedó con el título de Abuelo de los Mundiales, superando al portero colombiano Faryd Mondragón, quien había impuesto la marca en el Mundial de Brasil 2014 al entrar de cambio en el encuentro entre Colombia y Japón, con 43 años y tres días