El SAT propone modificar el Código Fiscal de la Federación para permitir que sus auditores puedan usar cámaras fotográficas y de video, grabadoras, teléfonos celulares u otros instrumentos tecnológicos para recabar información de los contribuyentes, así como los datos biométricos, es decir huellas digitales y de retina, sin considerar en su ineptitud que vulneran el derecho humano a la privacidad y a la seguridad, más en estos tiempos de “crimen y pandemia”.

Diría doña Esa: “A mí estos gatos no me revisan ni el sabucán, sólo falta que también quieran obligarnos a registrar nuestro ADN. Mal intento de control. ¡Nooo presidente, así noooo!”. Se acabó el papel.