EEUU habría intentado obtener la cooperación de varios de los hombres más ricos de
Rusia, vinculados con el presidente Vladimir Putin
AGENCIAS
NUEVA YORK.- El magnate ruso Oleg Deripaska fue abordado entre 2014 y 2016 por el
FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que querían hacer de este
multimillonario cercano al Kremlin un informante de Washington, informó The New York
Times.
Según el diario estadounidense, Deripaska fue uno de media docena de oligarcas rusos
cercanos al presidente Vladimir Putin, a quienes los estadounidenses se acercaron en forma
secreta en busca de información sobre el crimen organizado ruso, y acerca de la supuesta
interferencia de ese país en las elecciones presidenciales de 2016 y la posible colusión entre
el equipo de campaña de Donald Trump y Moscú.
Sin embargo, aparentemente ninguno de ellos cooperó, dice el diario neoyorquino.
Los agentes del FBI se habrían presentado sin aviso en la residencia de Oleg Deripaska en
Nueva York, para preguntarle si Paul Manafort, el exdirector de campaña de Donald
Trump, ya condenado por fraude fiscal y bancario por la justicia estadounidense, había
servido de intermediario entre el Kremlin y el entorno del magnate republicano.
A cambio de esta información, las autoridades estadounidenses estaban dispuestas a ayudar
a Deripaska con sus problemas judiciales y administrativos en Estados Unidos.
Pero el multimillonario negó toda colusión, e incluso informó a Moscú sobre sus
intercambios con las autoridades estadounidenses.
Deripaska había ofrecido colaborar con la investigación, asegurando tener “pruebas” que
demuestran que Rusia no había ayudado a que Donald Trump resultara electo.
Oleg Deripaska, de 50 años, es una de las personalidades rusas afectadas por las sanciones
económicas de la administración Trump. En mayo se vio obligado a renunciar a la junta
directiva de su grupo, el gigante de aluminio Rusal, para proteger a la compañía de las
sanciones en su contra.