LONDRES.- Érase una vez, hace 50 mil años, una neandertal y un denisovano que tuvieron una hija… Un minúsculo fragmento de huesos reveló que estas dos especies de la línea de los humanos, ahora extintas, se reprodujeron.

Los denisovanos son, junto con los neandertales, los parientes extintos más cercanos a los seres humanos, tal y como pudieron comprobar investigadores de Alemania tras el análisis de los restos de un individuo fruto de la relación entre ambas especies.

El hallazgo se descubrió gracias a un pequeño fragmento de hueso, encontrado en 2012 en la cueva de Denísova (Siberia) por investigadores rusos.

“Este fragmento formaba parte de un hueso más largo y por ello podemos estimar que el individuo tenía al menos 13 años», dijo la especialista Bence Viola, de la Universidad de Toronto (Canadá).

De acuerdo con los investigadores, la madre se encontraba genéticamente más cerca de los neandertales que vivían en Europa occidental que de los que residían en la cueva de Denísova.

Esto muestra que los neandertales migraron entre Eurasia occidental y oriental decenas de miles de años antes de su desaparición, según los expertos.

“Quizá los neandertales y los denisovanos no tuvieron muchas oportunidades para conocerse, pero cuando lo hicieron, debieron de aparearse con mucha más frecuencia de lo que pensábamos», reconoció Svante Pääbo, autor principal y director del departamento de Genética Evolutiva del instituto de investigación.