Fugitivo de Pompeya no murió aplastado
1 Jul. 2018ROMA.- El cráneo del fuggiasco o fugitivo de Pompeya, que murió durante la apocalíptica erupción del Vesubio en el 79 d.C., fue encontrado durante las recientes excavaciones arqueológicas en el cruce de los callejones de las Bodas de Plata y de los Balcones, en la Región V de la antigua ciudad romana, según acaba de informar el Parque Arqueológico de Pompeya.
Los restos esqueléticos hallados están formados por la parte superior del tórax, las extremidades superiores, el cráneo y la mandíbula. El individuo, un hombre adulto de más de 30 años de edad, probablemente no murió por el impacto del enorme bloque de piedra, como se creyó inicialmente, sino asfixiado por el flujo piroclástico resultante de la erupción volcánica.
La parte superior del cuerpo del fugitivo, que huyó con un saquito lleno de monedas romanas de plata y bronce, se encontraba en un estrato mucho más bajo que las extremidades inferiores, que aparecieron junto al bloque de piedra.
El individuo parece, por tanto, que murió por asfixia y el bloque de piedra cayó posteriormente encima del cadáver. El análisis de los restos, actualmente en curso, ha permitido detectar algunas fracturas cuya naturaleza aún se desconoce; los investigadores tratarán de reconstruir los últimos momentos de la vida del fugitivo.