RICHMOND.- Un nuevo análisis de muestras de ADN recogidas a casi dos mil mujeres en edad reproductiva en los Estados Unidos reveló que aquellas que habían dado a luz al menos una vez, mostraban evidencias de marcadores genéticos alterados, lo cual sugería que habían experimentado un envejecimiento celular considerablemente acelerado.

La epidemióloga Anna Pollack de la Universidad George Mason y su equipo analizaron los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición, un amplio estudio transversal que rastrea el bienestar de los ciudadanos estadounidenses a lo largo del tiempo.

En el estudio, el equipo descubrió que las mujeres que habían dado a luz a al menos un hijo, tenían telómeros –esto es, las regiones moleculares que protegen de deterioro la información genética en nuestras células– que en promedio eran un 4,2% más cortos que los de las de mujeres que no habían tenido hijos, equivalente a alrededor de 11 años de envejecimiento celular acelerado, incluso mayor de lo que se había observado anteriormente en una investigación que examinó la asociación observada con el tabaquismo (un costo de 4,6 años de envejecimiento celular) y la obesidad (8,8 años).

Además, en el estudio, el acortamiento de los telómeros parecía variar dependiendo del número de niños que las mujeres habían parido, pues las mujeres que habían tenido cinco o más hijos poseían telómeros incluso más cortos en comparación con las que no tenían ningún hijo, y relativamente más cortos en comparación con las que habían tenido uno, dos, tres o incluso cuatro niños, afirma Pollack.

Sin embargo, existe al menos un estudio cuyos resultados parecen contradecir lo anterior, realizado en una comunidad maya de Guatemala, en el que se descubrió que las mujeres de la comunidad con más hijos tenían telómeros más largos, lo que sugería que ser madres podría proteger a las mujeres del envejecimiento celular.

En cuanto a qué podría estar causando el acortamiento de los telómeros observado en la muestra de EEUU, los investigadores especulan que el estrés relacionado con el cuidado de los niños podría estar relacionado, pero dada la poca investigación que se ha realizado en esta materia, aconsejan tratar con precaución los resultados de este trabajo.