DACCA.- Después de más de dos años de tratamiento en un hospital de Dacca para combatir las grandes verrugas que cubren parte de sus extremidades, que le han dado el sobrenombre del “hombre árbol”, Abul Bajandar ha abandonado toda esperanza de cura entre críticas al personal sanitario por el trato recibido.

“Después de dos años y medio me dijeron que no existía una solución permanente a mi problema. Las verrugas volverían a los tres meses de cada operación, por lo que tendría que permanecer en el hospital de por vida. Pero tengo una niña, esposa, ¿cómo las voy a mantener?”, deploró el joven de 27 años.

Según los médicos del Hospital Universitario de Dacca, la epidermodisplasia verruciforme que sufre Bajandar -una enfermedad de carácter hereditario, pero no contagiosa- no tiene cura y las 19 operaciones que recibió solo le proporcionaban alivio temporal. Lejos queda aquel 30 de enero de 2016 cuando Bajandar ingresó esperanzado por primer vez en el hospital, donde permaneció de manera ininterrumpida hasta el pasado febrero.

Allí, con todos los gastos cubiertos, dormían en una habitación con dos camas él, su esposa y su hija de 5 años.

Pero el joven denunció que desde febrero suprimieron la ayuda alimentaria para su mujer y su hija y “ahora dicen que el hospital no puede proveer más que una comida”, lamentó Bajandar, de estrato humilde y carente desde hace años de ingresos debido a la enfermedad, que le impide trabajar.