El tema de hoy:

Hombres “amos de casa”

Dra. en Psic. Laura Álvarez Alvarado

Cada vez son más los hombres que participan en las tareas domésticas y algunos, incluso, se convierten en amos de casa de tiempo completo. La relación y la vida en familia se volvieron un asunto de dos y no un tema exclusivamente de género.

Los hombres se dedican al hogar por distintas razones: por tener trabajos flexibles que pueden realizar desde su casa, pérdida de trabajo, por acuerdos con la pareja, porque su pareja gana más que ellos, por ser papas solteros, o por desear pasar más tiempo con los hijos.

Actualmente es más común encontrar hombres o padres solteros, que aman su rol casero y no se quedan atrás en ninguna labor hogareña y de crianza de sus hijos. Sea por las razones que sea, el mundo y la sociedad han ido cambiando y no está mal que un hombre de vez en cuando, al llegar a casa, haga o ayude con las labores del hogar. Sí existen los hombres que trabajan y también son “amos de casa”.

“Los hombres están probando actividades que tradicionalmente son femeninos. La masculinidad se está reinventando”.

Los roles de hombres y mujeres han evolucionado, hoy en día cada uno elige su actividad, ya sea por necesidad o por gusto.

El hecho de que un hombre (sea papá soltero o no) haga los quehaceres o ayude a hacerlos, es digno de admirar. No solo rompe esquemas, sino que eso quiere decir que aprecia, admira y es considerado con su esposa e hijos. Tanto hombres como mujeres podemos realizar las mismas labores sin que cambie nuestra personalidad o situación social. 

La mayoría de los hombres “amos de casas” consideran que su estatus es momentáneo, mientras los hijos crecen, obtienen un empleo y debido a que no ven esta situación como algo eterno, no se quejan y llegan a asumir sus obligaciones de buena manera.

El tema de los cuidados se asocia a las mujeres y que un hombre los asuma no se acaba de entender. Un hombre que hace reducción de jornada para cuidar de sus hijos transmite la idea de que no le interesa su profesión, que no le interesa su trabajo o que no está implicado. Por eso muchos tampoco lo piden.

Incluso entre compañeros de trabajo,  no se cuenta con que el hombre puede colaborar en la casa y en el cuidado de los hijos, no ya por la reivindicación de lo masculino, sino simplemente porque la elección de la familia es esa.

Estar con los hijos es “lo mejor”

Algunos hombres han experimentado lo mejor de sus vidas en el hogar pues tienen la oportunidad de disfrutar de sus hijos, algo que despierta en su entorno, casi más envidias que suspicacias en su rol.

1.Serás un ejemplo grandioso para tus hijos

Los niños aprenden de sus padres y copian todo porque creen que lo que haces está bien. Así que es momento de darles un buen ejemplo. No es nada malo que los niños vean a sus padres barriendo, planchando, cocinando o echando la ropa a la lavadora, incluso si quiere ayudarte, permitírselo. 

Además de lo anterior y según la edad de tus hijos, puedes irles enseñando diferentes labores: cocinar platos sencillos, limpiar la casa e incluso planchar. No se sabe en qué momento esas labores puedan sacarlos de dificultades.

 
2. Te muestras considerado con tu esposa

El trabajo de casa no tiene horario y menos vacaciones; así que, si vives con tu esposa, el hecho que le ayudes con las labores del hogar será un acto que te agradecerá inmensamente y fortalecerá el amor que te tiene.

3. Ganarás la admiración de tus hijos

No es que sea obligación ponerse el mandil, pero ten en cuenta que siempre tus hijos estarán pendientes de cómo actúas como padre. Según actúes en casa, ganarás o perderás admiración de tus hijos. No se trata solo de la imagen que les das, consiste en que tus hijos te ven como un súper héroe y siempre será así. Además de eso, a veces los hijos son los jueces más duros. 

Con una buena actitud y ejemplo no solo ganas su respeto, si no que creas en ellos recuerdos maravillosos y mucho agradecimiento por tu ayuda y enseñanza.

 
4. No dependerás de nadie

Por increíble que parezca, aún hay hombres que se dejan morir de hambre si su esposa no está en casa para hacerles la comida.
Si eres padre soltero, padre separado o un feliz esposo, no temas ayudar en casa. Muchos hombres hoy más que nunca lo han hecho y admiten que les gusta, no se avergüenzan de ello y, la verdad, con todo lo machista que son muchas culturas, es algo digno de admirar que el pensamiento cambie de manera tan rápida.

Por otra parte, considera que un padre que participa en las tareas de la casa influye positivamente en sus hijos a la hora de integrarse mucho mejor en el hogar, especialmente de cara cuando ellos se hagan adultos y realicen ciertas labores instintivamente, sin ningún tipo de prejuicio. 

“Al contrario, las acometerán más seguros de sí mismos porque también han visto a sus padres hacerlas en su propia casa”.

La revolución feminista se estancó en la casa porque las mujeres consiguieron hacerse un hueco en el trabajo, pero no lograron disminuir su participación en el hogar dado que los hombres no se implicaban. Ahora hay que hacer esa revolución para que sean ellos quienes entren en el hogar y entiendan el costo tan alto para uno mismo en términos de apego y vínculo con los hijos.

La educación en igualdad es un factor determinante, pues que un hombre se quede en casa no implica necesariamente que asuma esa responsabilidad. 

No obstante, considera que es reversible con medidas como los permisos de paternidad igualitarios, que tienen “un potencial transformador increíble” porque al verse involucrados en este caso con los niños desde el primer minuto, “cambia la percepción” del hombre sobre cuál es su papel y qué es lo verdaderamente importante.

Los amos de casa tienen un impacto positivo en la sociedad, pues el intercambio de roles puede hacer que los hombres valoren más las aportaciones de las mujeres, lo que a la larga fomentará relaciones más equitativas entre las parejas.

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