Los aros olímpicos son un símbolo de unidad y
solidaridad, por ello, en un año de Juegos Olímpicos, vale
la pena conocer su significado y origen

Los aros olímpicos son un símbolo icónico que representa la unidad y la solidaridad
entre los continentes del mundo a través del deporte. El diseño consiste en cinco anillos
entrelazados de diferentes colores: azul, amarillo, negro, verde y rojo, sobre un fondo
blanco.
Estos colores no solo son representativos de los colores presentes en las banderas de
todas las naciones, sino que también simbolizan la unión de los cinco continentes:
América, Europa, Asia, África y Oceanía.

CADA CONTINENTE EN UN COLOR DE LOS AROS
OLÍMPICOS
En los aros olímpicos, cada color representa un continente específico. Estos son los
colores y los continentes que representan, además de las razones relacionadas a los
mismos:
Azul: Representa a Oceanía, por los mares que lo rodean.
Amarillo: Representa a Asia, por los grandes desiertos con los que cuenta.
Negro: Representa a África, por el color de piel de la mayoría de sus habitantes.
Verde: Representa a Europa, por la gran cantidad de bosques y montañas que hay ahí.
Rojo: Representa a América, por el color de piel de los nativos (pieles rojas).

SIGNIFICADO Y ORIGEN DE LOS AROS
OLÍMPICOS
El origen de los aros olímpicos se remonta a la visión del barón Pierre de Coubertin,
fundador de los Juegos Olímpicos modernos. En 1913, inspirado por el espíritu de los
antiguos Juegos Olímpicos de la Grecia clásica, Coubertin propuso el diseño de los aros
como un emblema para simbolizar la unión y la cooperación entre los atletas de todo el
mundo.
Cada anillo representa un continente y, mediante su interconexión, simboliza la unión de
los atletas de todas las partes del mundo que compiten en los Juegos Olímpicos.
Además, los colores de los aros no solo representan a los continentes, sino que también se
eligieron para asegurar que al menos uno de ellos esté presente en todas las banderas
nacionales.
El primer uso oficial de los aros olímpicos fue en los Juegos Olímpicos de Amberes de

  1. Desde entonces, se han convertido en un símbolo universalmente reconocido del
    movimiento olímpico y se utilizan en todo, desde la antorcha olímpica hasta la
    decoración de estadios y la mercancía oficial.