* A lo largo de las décadas, han sido ellos quienes han mantenido viva la llama del entusiasmo, convirtiendo cada partido en una fiesta llena de cánticos, gritos de aliento y ese fervor característico que solo los verdaderos aficionados pueden transmitir

El encuentro entre Pioneros y Zorros de Puerto Morelos no solo fue un emocionante duelo en el terreno de juego, sino también un momento especial para honrar a aquellos que han sido pilares fundamentales en el apoyo al equipo a lo largo de los años. En esta ocasión, se otorgaron merecidos reconocimientos a los fundadores de la porra La Negra Malix, quienes han dedicado 34 años de su vida alentando incansablemente a Pioneros FC.

Román Solís y los líderes Julio Góngora y Daniel Flores fueron los homenajeados en esta emotiva ceremonia, en la que se destacó su compromiso y pasión por el equipo. A lo largo de las décadas, han sido ellos quienes han mantenido viva la llama del entusiasmo, convirtiendo cada partido en una fiesta llena de cánticos, gritos de aliento y ese fervor característico que solo los verdaderos aficionados pueden transmitir.

La historia de La Negra Malix tiene sus raíces en los primeros años del equipo, cuando se hacían llamar Los Escorpiones o La 17, en referencia al precio de las «elodias» que costaban 17 pesos en aquel entonces. Inicialmente, su apoyo se limitaba a aplausos y gritos de ánimo, pero con el tiempo incorporaron cornetas, pequeños instrumentos musicales e incluso botellas para hacer aún más estruendo en cada encuentro.

El liderazgo de la porra ha pasado de mano en mano a lo largo de los años, siendo Julio y Daniel quienes han llevado la batuta con maestría. Su dedicación y entrega han sido reconocidas por Directivos del equipo de Liga TDP MX de Pioneros de Cancún, así como por ex jugadores que han dejado su huella en la historia del club.

La ceremonia de reconocimiento no solo fue un tributo a La Negra Malix, sino también un momento para recordar la importancia del apoyo incondicional de los aficionados en el éxito de un equipo. Con su entusiasmo y lealtad, demuestran que no importa el estadio, siempre se sienten locales y hacen vibrar las gradas con su pasión por el fútbol.

En definitiva, La Negra Malix es mucho más que una porra, es el corazón y el alma de Pioneros FC, y su legado perdurará por muchas generaciones más.