*En entrevistas recientes, ha hablado sobre las carencias y peligros que enfrentó en su juventud en Veracruz, donde perdió amigos a causa del crimen organizado. «Mis amigos se metían en esas cosas, y luego aparecían en bolsas. Eso me despertó», confesó, refiriéndose a las duras realidades que vivió en su entorno.

Con solo 25 años, Luis Ronaldo Rodríguez, mejor conocido como ‘Lazy Boy’, está comenzando a hacerse un nombre en la Ultimate Fighting Championship (UFC) tras ganar su segunda pelea. Proveniente de una infancia marcada por la adversidad, ha logrado imponerse en el mundo de las artes marciales mixtas, poniendo en alto el nombre de México. En esta entrevista, Ronaldo nos habla de su lucha fuera y dentro del octágono, y de cómo sus raíces lo han llevado a donde está hoy.

Luis Ronaldo, en primer lugar, felicidades por tu segunda victoria en la UFC. ¿Cómo te sientes después de este logro?

Muchas gracias. Me siento bendecido, la verdad. Esto es un sueño hecho realidad. Siempre he dicho que Dios me ha puesto en este camino, pero el trabajo lo puse yo. Soy un morrillo que salió de las calles de Coatzacoalcos, y ahora estoy viviendo mi sueño. ¡Viva la raza mexa, señores! Aquí está este albañil y vendedor de dulces cumpliendo sus metas.

Has mencionado en varias ocasiones tus humildes orígenes y cómo tu fe ha sido una gran fuente de inspiración para ti. ¿Qué fue lo que te impulsó a seguir adelante cuando las cosas se pusieron difíciles?

Mi vida no fue fácil, crecí viendo a mi mamá sufrir y pasamos muchas carencias juntos. Mi papá se fue a Estados Unidos y nunca volvimos a saber de él, así que mi mamá y yo tuvimos que salir adelante como pudimos. Cuando vivíamos en Veracruz, trabajé de lo que fuera: vendiendo gelatinas en los camiones, ayudando en la construcción… Todo con tal de tener para los camiones y poder ir a entrenar. Mi fe en Dios y el deseo de cambiar nuestra realidad siempre fueron mis motores. Dios me dio las herramientas, pero yo puse el trabajo.

Antes de llegar a la UFC, competiste en varias promociones regionales, y también estuviste en la LUX Fight League. ¿Cómo fue ese proceso para ti?

Fueron cuatro años duros en la LUX Fight League, pero también de mucho aprendizaje. Compití en varias promociones regionales, y la mayoría de mis peleas las gané, pero el camino no fue sencillo. Siempre fue una batalla, no solo en el octágono, sino también en la vida diaria. Tenía que juntar dinero para mis viáticos y para las peleas. Pero todo valió la pena, porque esas experiencias me hicieron más fuerte y me prepararon para lo que venía.

Has hablado de las dificultades que enfrentaste en Veracruz, incluyendo la violencia. ¿Cómo influyó eso en tu decisión de perseguir una carrera en las artes marciales mixtas?

Fue una etapa muy dura. En Veracruz, el crimen organizado estaba muy presente. Muchos amigos de mi infancia se metieron en esos grupos, y algunos de ellos terminaron mal… apareciendo en bolsas, ya sabes. Eso me hizo darme cuenta de que tenía que cambiar mi vida si quería un futuro diferente. Siempre digo que no soy bueno para cantar ni bailar, pero sí para pelear. Y fue ahí donde encontré mi camino.

En tu debut en la UFC, te enfrentaste a Denys Bondar y lograste una impresionante victoria. ¿Qué significó para ti ese momento?

Ganarle a Bondar fue una locura, un sueño hecho realidad. ¡Fue mi debut en la UFC! Después de la pelea, no pude evitar emocionarme. Pensé en mi mamá, en todas las veces que la vi sufrir, en lo lejos que hemos llegado. Estar ahí, un morrillo que vendía gelatinas, y decirle al mundo que lo logré… no tiene precio. Dije en ese momento que ya me siento un campeón, porque estar en la UFC, para mí, ya es una victoria.

– Tu discurso tras la pelea fue muy emotivo, hablabas de ser un «guerrero de la vida». ¿Cómo te mantienes motivado y con los pies en la tierra, ahora que has alcanzado cierto éxito?

Siempre pienso en mi familia y en las dificultades que pasamos. No quiero volver a esas carencias, y quiero darle un mejor futuro a mis hijos y a mi mamá. Sé de dónde vengo, sé lo que cuesta cada victoria y eso me mantiene humilde. Dios ha sido muy bueno conmigo, y cada día me esfuerzo por seguir siendo un guerrero, no solo en el octágono, sino también en la vida.

¿Cuál es tu próximo objetivo? ¿Te ves como campeón de la UFC en el futuro?

¡Claro que sí! Mi sueño es escribir mi nombre en los libros de historia. Quiero ser el próximo campeón mexicano de la UFC. Ya he demostrado que soy un guerrero, y estoy listo para enfrentarme a quien sea. ¡Viva México, carajo!

Luis, muchas gracias por compartir tu historia. Eres una inspiración para muchos jóvenes que sueñan con salir adelante.

¡Gracias a ti! Espero que mi historia inspire a otros a nunca rendirse. Si yo, un morrillo que vendía dulces en los camiones, lo logré, cualquiera puede hacerlo. ¡Viva la raza, somos guerreros!