DE VIVA VOZ

SALVADOR CANTO

Hoy me siendo más que halagada de que la gente haya bautizado mi obra así, porque se cumplió el objetivo de buscar una identificación con la sociedad, dice la autora de Caracoles y Estrellas, el monumento más emblemático de la ciudad

A pesar de que su nombre real y original es Caracoles y Estrellas, para su autora, Lorraine Pinto, el hecho de que la ciudadanía de Cancún llame coloquialmente a su obra localizada en el cruce de las avenidas Tulum y Xcaret como “el Ceviche” representa una completa satisfacción porque considera que logró una identidad y una referencia icónica hacia su trabajo que tuvo como inspiración una bolsa de caracoles que le regaló el entonces gobernador, Mario Villanueva Madrid, en 1994.

Así lo expresó De Viva Voz la artista cinética neoyorkina nacionalizada mexicana en entrevista con El Despertador de Quintana Roo, quien fue la misma autora del monumento Diálogo Norte-Sur levantado en la misma ubicación y que sirvió de marco para la Reunión Internacional de Cooperación y Desarrollo que se llevó a cabo en Cancún el 22 y 23 de octubre de 1981 y que la gente de aquel entonces bautizó como “Insectronic” por la forma tan peculiar que tenía.

Cabe señalar que esta obra duró poco tiempo, luego de verse afectada por el paso del huracán Gilberto en 1988 y la posterior falta de mantenimiento, lo que dio pie a su siguiente obra que es la que continúa vigente en la ciudad.

Si bien toda escultura posee un nombre específico impuesto por  su autor, pues en ella se refleja su esfuerzo y conocimiento sobre lo que hizo, en el caso de Caracoles y Estrellas la gente de Cancún le comenzó a llamar de manera popular como “Ceviche”, en alusión al conjunto de especies marinas que la integran.

De hecho, Lorraine Pinto confesó que en un principio el nuevo apelativo le causó molestia porque consideraba que era una falta de respeto hacia su trabajo, pero con el paso del tiempo, “entendí que si la gente la llama ‘el Ceviche’ está bien, pues creo que se logró una identidad y la han adoptado bien, que es lo que realmente se buscaba”.

En la amena plática, la artista aceptó que su trabajo —tanto el “Insectronic” como “el Ceviche”— le fue bien retribuido por las autoridades que la contrataron en su momento, aunque aseguró no recordar el monto real, pues “ha pasado mucho tiempo de ello”.

Sin embargo, el expresidente municipal de Benito Juárez, Carlos Cardín Pérez, mencionó en una entrevista que la artista pedía inicialmente 250 mil pesos en aquel entonces por Caracoles y Estrellas, que es una obra hecha a base de fibra de vidrio y otros 500 mil por hacer el montaje, pero aseguró que por esto último no se le pagó nada.

Es importante destacar que hoy esta glorieta forma parte del paisaje urbano emblemático de la avenida Tulum, donde el 90% de las rutas del transporte colectivo y decenas de miles de cancunenses e incluso turistas pasan todos los días.

 

—¿Quién es Lorraine Pinto?

—Nací en la ciudad de Nueva York en 1933, actualmente tengo 88 años, 50 de ellos viviendo en México; me dedico al arte, particularmente a la escultura cinética con luz y sonido.

 

—¿Cómo llegó a Cancún?

—Lo primero que conocí con mis hijas y mi entonces esposo fue Isla Mujeres, cuando comenzaba a llegar el turismo. En un paseo tomamos una lancha para llegar a Cancún, porque todavía no había nada más que una mesa de los arquitectos que ya trabajaban y en la playa no se podía casi ni caminar porque estaba repleto como un tapete de puras conchas bellas y caracoles, no se podía ver bien el agua, era una verdadera maravilla. Mis hijas, mi marido y yo caminamos un poco y recogimos un poco de conchas y nos regresamos a Isla Mujeres porque el sol estaba fuerte.

 

—¿Cómo surgió la idea de hacer la primera escultura, que usted denominó Dialogo Norte-Sur?

—Me habían dicho que se iba a llevar a cabo una reunión muy importante con la presencia de varios ministros y presidentes de diversos países en Cancún, estamos hablando de la Reunión Internacional de Cooperación y Desarrollo que se llevó a cabo en el 22 y 23 de octubre de 1981. Pero meses antes, el entonces gobernador del Estado, Pedro Joaquín Coldwell me contactó y me pidió de favor que si podría hacer algo como un monumento que sirviera de presentación para esa importante reunión. En un principio dudé mucho por el poco tiempo, de hecho le dije que era un poco difícil y me respondió que yo lo pensara y al día siguiente le dijera lo que había planificado, pero que quería algo de la región y te puedo decir que el gobernador me complicó la situación porque de un día a otro quería la respuesta y fue así que puse en marcha mis conocimientos en el arte cinético porque hacer una escultura tipo maya, ni de chiste, porque ellos son lo máximo, los número uno. Entonces empecé a pensar y ya tuve la idea de la fuente de hierro que simulaba un par de pirámides, las cuales llevaban en la parte superior todas las banderas de los países que participaron en la cumbre y le puse el nombre de Diálogo Norte-Sur.

 

—Pero la gente no la llamaba así, tengo entendido que le decían “Insectronic” por la forma en que estaba su obra, ¿qué opina de eso?

—La idea de hacer esa obra fue, como ya te comenté, por el evento internacional que estaba en puerta y se tomó en cuenta que el punto elegido era una referencia con base en los puntos cardinales, el sur y el norte y la verdad salió muy bien y como Dios manda, y es correcto, a la gente de Cancún no le gustó porque eso era una obra muy diferente y moderna, fuera de lo que ellos están acostumbrados, pero los extranjeros que llegaron de todos los países al evento e incluso los turistas estaban fascinados y tomando fotos porque de veras era una cosa excepcional, con las banderas y todo. Pero bueno, todo pasa, llegó un huracán (Gilberto en 1988) y afectó mi pieza para Cancún y ya luego no se le dio el mantenimiento y se retiró todo.

 

—¿Qué pasó después y cómo es que vino su siguiente obra que llamó Caracoles y Estrellas?

—Eso ya fue otra cosa, en 1994 el entonces gobernador Mario Villanueva me buscó y pidió que se hiciera algo porque todavía estaba la fuente y faltaba la escultura, pero quería algo para la gente, que fuera algo más sencillo y algo que ellos pudieran aceptar bien. Él llevaba una bolsa de caracoles que me dio de regalo y entonces pensé en ello, colocándolos en paralelo norte, sur, este y oeste que son los cuatro puntos cardinales, para que la gente local al pasar por ahí supiera hacia donde iban como una referencia y así pusimos manos a la obra.

 

—Así como su primera obra, la gente le cambió el nombre y hoy lo llaman “el Ceviche”, ¿qué opina de ello?

—“El Ceviche” (ríe), sí, he tenido muchas experiencias con este título, pero yo dije la verdad, en un principio me causó molestia porque ese no era el nombre que le di, pero con el paso del tiempo comprendí que se trataba de una obra para la gente y si ellos la nombran así, está bien porque demuestran el cariño que le están dando a ese monumento y hoy me siendo más que halagada, satisfecha porque se cumplió el objetivo de buscar una identificación con la sociedad. Así que ya no voy a decir nada, si la gente le dice “glorieta del Ceviche”, para mí está bien. De hecho en el libro oficial de gobierno aunque aparece también el nombre de Caracoles y Estrellas, de igual manera aparece “Ceviche” y he visto que es el punto de reunión de festejos, movimientos e incluso manifestaciones.

 

—Hay quienes también le dicen a esa obra “Fantasía Caribeña”, ¿sabe el motivo?

—No, para nada, ese nombre no es correcto, para mí el nombre original es Caracoles y Estrellas e incluso acepto también que le digan “el Ceviche”.

 

—Aparte del que recibió en el 2013 por su obra de arte que se considera una herencia artística para los habitantes de esta ciudad, ¿ha recibido otro reconocimiento o distinción?

—Sí, el Cabildo de aquel entonces que encabezó Julián Ricalde me entregó un reconocimiento, las llaves de la ciudad e incluso firmé el Libro de Visitantes Distinguidos lo cual fue algo muy precioso, pero de ahí nadie más lo ha hecho en Cancún. Lo que te puedo platicar es una anécdota para mí muy hermosa que me ocurrió en el aeropuerto cuando llegué y tenía todos mis papeles guardados en un portafolio grande y tenía que pasar a recoger el equipaje, y no me movía porque estaban tardando, pero la persona que ve lo de las maletas me preguntó ya desesperada que cuál era la mía y me decía que ahí no robaban y yo le dije que le creía, pero en este caso yo tenía que cuidar muchísimo ese equipaje. En ese momento, otro trabajador se me acercó y me preguntó qué era eso tan importante por lo cual no podía moverme de ahí, y yo le dije ‘es el monumento Caracoles y Estrellas de Cancún’ y la persona me insistió que qué tenía yo que ver con esa fuente y le respondí que yo la hice y gritó de emoción en el aeropuerto, salimos y todos los hombres que venden tours afuera al enterarse de ello se levantaron y aplaudieron por donde yo pasaba y me decían que aman la fuente de los caracoles y eso para mí fue un reconocimiento extraordinario.

 

—¿Qué es lo que más le gusta a Lorraine Pinto de Cancún?

—Le tengo mucho cariño a todo el estado, me gustan sus playas, la comida, la gente, Cancún es un lugar bellísimo y le tengo cariño por todo lo que me ha dado como artista.

 

—¿En dónde radica actualmente?

—Radico en la Ciudad de México, pero en algún momento me gustaría hacerlo en Cancún, ojalá se pueda porque sería maravilloso para mí, pero por lo pronto estoy en la Ciudad de México con varias cosas pendientes, pero nunca se sabe, un día podría mudarme para allá.

 

—Como artista, ¿qué tanto les ha afectado la pandemia por COVID-19?,

—Mucho porque la gente ya no compra las obras, ya no va a las exposiciones y no hay dinero, todo es muy triste y complicado para nosotros los que nos dedicamos al arte.

 

—¿Quiénes son sus amigos en Quintana Roo?

—¡Huy!, qué te puedo decir, en Quintana Roo ya en este momento no me acuerdo bien de los nombres, pero sí tengo muchos amigos, siempre la gente de gobierno fueron muy lindos y todo muy bien, pero siempre tengo comunicación con la gente, le tengo mucho cariño a Cancún, todo ha sido maravilloso.

 

—Sin duda, es difícil cuantificar una obra como la que hizo, pero siempre ha generado dudas entre los ciudadanos, ¿cuánto cobró Lorraine Pinto por Caracoles y Estrellas?

—¡Ay, señor!, me agarra en frío, no me acuerdo de lo que costó, todo era caro en aquel entonces, pero no había problema con el gobierno, pagaron todo lo que se pedía porque llevé a los trabajadores desde la Ciudad de México, entonces no me acuerdo bien de los costos, pero todo se pagó. Nunca hubo problemas, siempre tuvimos todo el apoyo porque ellos pidieron el trabajo.

 

—¿Hay algo más que nos quiera comentar?

—Hoy Cancún es mi lugar predilecto, lo amo y un día quiero regresar allá, la gente ha sido muy linda, no tengo quejas de Quintana Roo y menos de Cancún y me siento muy agradecida porque me tocó vivir esta experiencia.

 

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  • Aunque nació en Nueva York, Lorraine Pinto consiguió la residencia francesa al poco tiempo de trasladarse a París, ciudad donde emprendió un gran trabajo sobre arte cinético, posteriormente se mudó a la Ciudad de México, donde actualmente reside y trabaja.
  • Realizó sus estudios en el Aldephi Collage de Nueva York y en México, en el City Collage.
  • Fue discípula de William Zorach, Germán Cueto y Waldemar Sjolander, entre otros artistas. Además de ser amiga cercana de Olga y Rufino Tamayo​.
  • A nivel internacional, Quinta Dimensión (1968) y la escultura mecánica Mundos giratorios (1960) han sido sus grandes proyectos; el primero fue incluido en la exposición “Solar” y obtuvo el Premio Nacional de Escultura.
  • El arte cinético es una corriente del arte que estuvo muy de moda a mitad de los años 60 y principios de los 70, en la que las obras tienen movimiento o parecen tenerlo, por lo que suelen interactuar con elementos exteriores como el viento, el agua, la luz, el electromagnetismo o algunos tipos de motores.
  • En los años 80 abandonó el arte cinético para concentrarse en la escultura, el dibujo y la pintura, incluso en aquella época le fueron comisionados algunos bustos de personajes famosos que se colocaron en diferentes partes de la Ciudad de México.
  • Es considerada pionera en el arte de nuevos medios en México​, a la vanguardia como organizadora del Laboratorio Experimental de Arte Cinético en el año de 1964, un espacio de creación artística interdisciplinaria e innovación tecnológica. ​​
  • Ha sido una de las artistas con mayor éxito en utilizar herramientas como música, luz y movimiento para ser acondicionadas en sus obras artísticas.