LONDRES.- Los dragones de Komodo, conocidos por su gran tamaño y ferocidad, tienen un nuevo secreto que los hace aún más impresionantes: sus dientes están recubiertos de hierro. Un estudio reciente, liderado por el paleontólogo Aaron LeBlanc y publicado en Nature Ecology & Evolution, reveló que el hierro forma una capa protectora en los dientes de estos lagartos gigantes, una adaptación que les permite soportar su agresivo estilo de alimentación.

Estos reptiles, que pueden llegar a medir 3 metros, son depredadores ápice que desgarran grandes trozos de carne de presas como ciervos y búfalos de agua. Esta exigente dieta pone a prueba el esmalte de sus dientes, lo que ha llevado a la evolución de esta singular capa de hierro que protege los bordes cortantes de sus dientes. Sin ella, los dientes de los dragones de Komodo se desgastarían rápidamente.

Inicialmente, se pensó que el pigmento naranja de sus dientes provenía de la comida, pero estudios posteriores confirmaron que es el hierro el que les da ese color desde que emergen de las encías. Este rasgo no es exclusivo de los dragones de Komodo; se ha encontrado en otros reptiles y mamíferos que dependen de sus dientes para sobrevivir, como ratas y castores.

El hallazgo abre la puerta a nuevas investigaciones sobre cómo podrían haber comido los dinosaurios con dientes similares, aunque los estudios de fósiles presentan desafíos debido a la abundancia de hierro en ellos. (My Modern Met)