La próxima administración de la Sectur, que tendría su sede en Chetumal, de acuerdo a lo ofrecido por Andrés Manuel López Obrador, buscará acabar con la brecha imperante entre la opulencia de los paraísos turísticos y la miseria y abandono donde habitan muchos de los trabajadores del sector, afirma Miguel Torruco

MÉXICO.- La política turística que emprenderá la administración de Andrés Manuel López Obrador será una herramienta de reconciliación social para evitar que sigan conviviendo paraísos turísticos con los infiernos de marginación, como ocurre en Cancún,  afirmó Miguel Torruco Marqués, futuro secretario de Turismo, en una entrevista con el diario El Economista.

Torruco, quien se ufana de sus “47 años de servicio al turismo” dijo estar tranquilo, contento y, sobre todo, trabajando, satisfecho de cumplir, en su futura encomienda, una de sus aspiraciones de juventud, y subrayó que entre sus compromisos con el próximo presidente está la creación de alrededor de 500 nuevos circuitos turísticos en el país

Explicó que hoy viernes sostendrá una reunión con el equipo económico del próximo presidente de la República para precisar las acciones a seguir en el periodo de transición de la dependencia, en la cual espera tener mayores detalles sobre el proceso de descentralización que la llevará a Chetumal, lo cual ocurriría por lo menos un año después de haber asumido su cargo, estima.

Explicó que el proceso conlleva “un proceso de negociación con los sindicatos, de inventario, de ver cuánto cuesta y quién lo va a hacer. Puede ser algo que se licite, porque el sector privado tendrá una fuerte presencia en el turismo, ya lo he platicado con varios empresarios. El cambio llevará su tiempo y se afinan detalles”.

Interrogado sobre si habría complicaciones para los participantes del sector en ir a Chetumal, sostuvo que ha entablado conversaciones con “inversionistas de  primer nivel” y están dispuestos a invertir en la aviación regional para resolver ese problema. “No se puede tener ese desarrollo cuando un boleto de avión cuesta más caro que ir a Nueva York. Están en la mejor disposición de contribuir en la nueva era”, dijo.

“No haremos obras faraónicas —resaltó—; vamos a consolidar lo existente, a voltear a todas las plazas de vocación turística para que tengan un mejor nivel de vida. No puede ser que exista un paraíso en Cancún y si te das la vuelta a las zonas urbanas encuentras un infierno social”.

—¿Es la continuación del gabinete turístico de esta administración?

“No apostamos al síndrome Akhenatón, el faraón egipcio, esposo de Nefertiti, que cuando llega al poder dice: Yo soy el sol. Eso se acabó, de eso se ha quejado el sector durante años. Será un gobierno austero, pero con sensibilidad social”.

—¿Cómo se estimulará la participación privada?

“Vamos a iniciar un proceso de consolidación de las plazas con vocación, en donde vamos a realizar la integración de nuevos productos, como lo hicimos en la Ciudad de México”.

“Vamos a apoyar en esta región la turismo, pero habrá equidad; se impulsará parejo el turismo en Quintana Roo: a Chetumal solo llegan 500 mil pesos, todos se quedan en Cancún y la Riviera Maya, por eso tomamos dos decisiones, una que vamos a hacer un tren, Cancún-Tulum, un tren Bacalar-Calakmul-Palenque, Chiapas, para que el turista que llegue a Cancún, a Playa del Carmen, tenga interés de internarse a esta región del país, donde está la gran cultura maya, donde están los centros arqueológicos más importantes de México y del mundo, como aquí se dijo, se va a invertir en las zonas arqueológicas y se va a fortalecer toda la actividad turística en el sur de Quintana Roo”. (Fuente: El Economista)