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BERLÍN.- Investigadores alemanes han logrado un avance significativo en robótica al desarrollar una tecnología que permite a los robots tener un sentido del tacto sin necesidad de piel artificial o sensores táctiles especiales. Este innovador sistema, liderado por Maged Iskandar del Instituto de Robótica y Mecatrónica del Centro Aeroespacial Alemán DLR, abre nuevas posibilidades para la interacción física entre humanos y robots.

Tradicionalmente, para que los robots puedan interactuar con su entorno de manera sensible, requieren de sensores costosos y complejos, especialmente en superficies grandes o curvas. Sin embargo, el equipo de Iskandar ha superado este reto utilizando el sistema Safe Autonomous Robotic Assistant (SARA), un brazo robótico equipado con sensores de fuerza y par en sus articulaciones. Estos sensores, junto con algoritmos de inteligencia artificial, permiten al robot detectar y medir la posición y la intensidad del contacto humano, sin necesidad de una piel táctil.

Mediante la combinación de esta capacidad con algoritmos de aprendizaje, los robots pueden interpretar trazos humanos como números o letras sobre su superficie. Por ejemplo, si alguien dibuja un número seis sobre el robot, este es capaz de reconocerlo con precisión. Además, la tecnología permite crear botones virtuales o deslizadores en la superficie del robot, los cuales pueden ser utilizados para activar comandos específicos.

Este enfoque dota a los robots de un sentido intuitivo y preciso del tacto, lo que expande significativamente las posibilidades de interacción flexible y adaptable entre humanos y robots, allanando el camino para futuras aplicaciones en robótica avanzada.