Familiares del empresario Roberto González, cuadripléjico como consecuencia de la agresión de su vecino en Playa del Carmen, acusan ineptitud de la FGE

MÉXICO.- Ante la falta de apoyo y respuesta de las autoridades de justicia en Quintana Roo, familiares de Roberto González, el hombre que hace 19 meses quedó cuadripléjico por una golpiza que le dio su vecino, en un fraccionamiento de Playa del Carmen, exigieron ayer justicia en la casa de transición de Andrés Manuel López Obrador.

La víctima fue llevada en ambulancia al edificio, ubicado en la colonia Roma, en la Ciudad de México. Allí, postrado en una camilla, fue acompañado por su esposa, Rosalía Andrade, familiares y amigos, quienes enarbolaron carteles con la exigencia de justicia, incluso una exigiendo al fiscal general de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech Cen, poner fin a la corrupción.

La esposa de Roberto manifestó que lo único que buscan es justicia y que se quedarían allí el tiempo que fuese necesario, con tal de hablar con el presidente electo.

«Pedimos justicia y que escuche AMLO nuestra voz de desesperación», declaró, al ser atendida por una asesora de Olga Cordero, quien será la secretaria de Gobernación.

Con ella, acordaron hacerles llegar todo un expediente con nombres de funcionarios que han entorpecido el proceso judicial en contra de los victimarios.

El caso no ha avanzado en Quintana Roo, pese a que la salvaje agresión fue captada en video y a que el agresor, Rodrigo “N”, confesó su acción.

Roberto fue golpeado por su vecino en enero de 2017, después que le pidiera a la esposa del mismo que amarrara a su perro, porque se metía a los patios y casas de los vecinos dentro de un fraccionamiento residencial.

El hombre lo golpeó por varios minutos enfrente de su hijo, fracturándole varias vértebras cervicales, lo que lo dejó cuadripléjico.

Desde entonces, los familiares han tenido que costear su oneroso tratamiento, inicialmente con el riesgo constante de muerte, al grado que perdieron su casa en Playa del Carmen. Ahora viven con su madre en la Ciudad de México.

La cuñada, Alma Andrade, declaró por separado que no ha habido consideración con la víctima, pues pese a casi causarle la muerte, su agresor continúa en libertad; incluso, las medidas cautelares inicialmente decretadas al acusado fueron retiradas.

Pese a que también participó en la agresión, la esposa del acusado ni siquiera ha sido llamada a comparecer por la Fiscalía.