Alerta Policía Cibernética sobre la vulnerabilidad de las nuevas generaciones ante este cáncer social, que representa el segundo negocio que más dinero genera al crimen organizado a nivel mundial; Acapulco, Tijuana y Cancún, paraísos del turismo sexual infantil en México

REDACCIÓN

CANCÚN.- La pornografía infantil es el segundo negocio que más ganancias le genera al crimen organizado a nivel mundial, sólo por debajo del narcotráfico y por encima de la venta de armas, alertó la Policía Federal Preventiva, y añadió que, derivado de esta problemática, México ocupa el segundo lugar a nivel internacional en turismo sexual infantil ligado a la trata de personas, con epicentro particularmente en las ciudades de Acapulco, Tijuana y Cancún, donde más se detecta este delito.

Como parte de la Jornada de Seguridad y Derechos, celebrada ayer en la Universidad del Caribe, Ricardo Alexis García López, elemento de esa corporación federal, adscrito al área de Ciberdelitos, se refirió a la vulnerabilidad de la juventud ante estas situaciones, dado el auge que han cobrado las tecnologías de la información, principalmente entre quienes nacieron en esta era digital y tienen el alcance casi inmediato de aparatos electrónicos conectados a Internet.

“Hay imágenes de cómo cae alguien de un edificio, se le abre la cabeza y queda expuesta la masa encefálica, o materiales snuff, que es sexo con violencia. Son imágenes muy fuertes y que pueden perturbar. Si a nosotros nos afecta como policías, imaginen lo que causará a jóvenes de 14 o 15 años”.

Deploró que muchas personas no creen que ver este tipo de contenidos esté mal, piensan que “no pasa nada”.

“Ven pornografía infantil, ven imágenes snuff e incluso se vuelven adictos a ellas. Pero lo que sí hacen los jóvenes es imitar. Si un niño ve cómo otros jóvenes queman a un gato lo va a querer imitar, lo que lleva a lastimar un ser indefenso”, advirtió.

Sostuvo que aunque México no es considerado un productor de este tipo de productos, sí ocupa el primer lugar en lo que respecta al consumo de pornografía infantil.

Permisividad paterna

Falta supervisión de los padres, quienes –dijo– son hoy muy permisivos.

Durante la conferencia impartida a los estudiantes de la Universidad del Caribe, García López detalló:

“Cuando trabajamos con gente que se dedica a la prevención del delito les pasamos videos donde torturan a cachorros y los queman con gasolina; o cuando le cortan a cabeza a alguien, un mensaje del crimen organizado y videos sexuales donde torturan, y sádicos disfrutan lastimando a otras personas. Eso es lo que están viendo los jóvenes”.

Advirtió a los jóvenes los riesgos de descargar ese tipo de videos, o los famosos “packs” con desnudos, porque si incluyen pornografía infantil, estarán cometiendo un delito de índole federal que puede representar penas de entre cinco y 12 años de prisión, de acuerdo al Artículo 202 bis del Código Penal Federal, la cual también aplica a los infractores menores de 18 años.

Incluso, dijo, muchas veces hay novios menores de edad que intercambian fotos desnudos y cuando “cortan” la relación, difunden las imágenes; eso es un delito federal y se les imputa, aunque sean menores, reiteró.

“Nosotros investigamos esas ligas y podemos dar con quien almacene y descargue estos videos y fotografías. Rastreamos las direcciones IP y tenemos la capacidad de hacer extracciones forenses de los dispositivos de donde se hicieron las descargas”, afirmó.

Recordó que la trata de blancas es otro crimen ligado a la pornografía, que también mantiene cifras

alarmantes, pues de cada 20 personas desparecidas en circunstancias ligadas a este delito, en promedio sólo son recuperadas dos, y una de ellas sin vida. Destacó que el 80% de las víctimas son mujeres, niñas y niños, principalmente para explotación sexual, y el 20% restante son hombres con fines de explotación laboral.

Cabe hacer mención que precisamente la mañana de ayer los medios de comunicación en Chetumal reportaron un presunto caso de trata y corrupción de menores dentro de un motel ubicado en el Bulevar Bahía, a unos metros de las instalaciones de la Universidad de Quintana Roo.

García López reiteró el llamado a los padres de familia a supervisar la actividad de sus hijos y reforzar sus valores, para evitar que sean víctimas o participen en otro tipo de ciberdelitos, como usurpación de identidad, acoso escolar o laboral –ciberbullying–, u otras actividades que si bien no son delitos, sí denotan la pérdida de valores, como el consumo de contenidos con alto contenido violento. (Con información de Agencia SIM)