El tema de hoy:

Protege a tus hijos de los depredadores sexuales 

Dra. en Psic. Laura Álvarez Alvarado

Todo padre desea que sus hijos sean felices y más aún: que se sientan seguros; de allí la importancia de protegerlos.

¿Qué es el abuso sexual?

El abuso sexual es cualquier contacto o actividad sexual con o sin violencia; de manera directa o indirecta entre dos personas, pero uno ejerciendo uno poder sobre otro, forzando, persuadiendo o coaccionando a participar en cualquier tipo de práctica sexual, incluyendo también el exhibicionismo, exposición ante material pornográfico, voyerismo o hasta entablando una conversación de tipo sexual a través del teléfono o internet.

Activemos su alarma: La conciencia

Para ello es necesario hablar abiertamente del asunto con tu hijo.  Habla sobre su cuerpo, de cómo cuidarlo, defenderlo, etc. La conciencia es una alarma que avisa cuando algo está mal y los protege del peligro. Expresiones las cuales usar como: ‘Para’, ‘Basta’,Mi cuerpo es mi territorio y nadie lo toca sin mi permiso’. 

La comunicación construirá la confianza. Instrúyelos para que no den su dirección de email, su dirección o teléfono de casa, etc.

 Comparte informaciones sobre el abuso sexual infantil. De este modo, los potenciales abusadores sabrán que estás alerta.

Si el niño se siente incómodo o reacciona al estar con un determinado adulto, pregúntele por qué.

El abusador suele manipular, amenazar y avergonzar al niño, acusándolo de haber permitido que ocurriera el abuso o diciéndole que sus padres se enfadarán al enterarse.

Los niños no revelan el abuso por temer desilusionar a sus padres.

Detecta los indicadores del abuso sexual

Señales más comunes: las emocionales o de comportamiento, que pueden ser por una ansiedad, dolor abdominal crónico, constantes dolores de cabeza, comportamiento perfeccionista, retraimiento o depresión, hasta una rabia y rebeldía inexplicables.

Señales poco comunes: las físicas, la irritación, la inflamación o el sarpullido en el área genital, las infecciones de las vías urinarias u otros síntomas, deben ser investigados con detenimiento.

Cuando el niño habla abiertamente sobre sexo de una manera atípica para su edad, también puede ser una señal de alarma.

Ten cuidado como reaccionas. Tu reacción tiene gran impacto sobre un niño vulnerable. Si respondes con rabia o incredulidad, el menor se encierra en sí mismo, y se sentirá aún más culpable.
Bríndale siempre tu apoyo al niño. Escúchale, no dudes de su palabra y cree en lo que te dice. Asegúrate de que él así lo entiende. Agradécele el hecho de contártelo y reconoce su valentía.

Anima al niño a que te cuente todo, pero que no se profundice demasiado en los detalles. Eso puede alterar sus recuerdos de los hechos.

Busca la ayuda y orientación de un profesional capacitado para hablar con el niño. Busca conocer los pasos legales para denunciar. Debes conocer los organismos y/o instituciones con competencias para denunciar un abuso sexual a un menor. Los niños, víctimas de abuso sexual que reciben apoyo y ayuda psicológica, pueden superarlo.