Seis millones y medio de dólares ofrecen por su captura los gobiernos de EEUU y México

AGENCIAS

MÉXICO.- Es un ex policía convertido en asesino cuyo cartel estilo paramilitar una vez derribó un helicóptero del ejército y llevó a México a un punto muerto armado. Ahora, Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como El Mencho, ha reemplazado a El Chapo como el capo de la droga más buscado del planeta.

“Es el enemigo público número uno”, dijo Paul Craine, un consultor de seguridad con sede en Houston que encabezó la Administración Federal Antidrogas en México durante el arresto en 2016 de Joaquín Guzmán “El Chapo” Loera.

“Y tiene un ejército de miles de sicarios”. La semana pasada, agentes federales de la DEA y funcionarios de seguridad mexicanos de alto nivel –el mismo grupo que capturó a El Chapo– se reunieron en Chicago para anunciar una serie de iniciativas conjuntas contra El Mencho y su empresa criminal, el Cartel Jalisco Nueva Generación.

El poderoso sindicato criminal, que controla docenas de rutas de drogas hacia Estados Unidos, Europa y Asia, ahora ha superado al cártel de Sinaloa de El Chapo como la fuerza del hampa que domina en México, según la DEA.

El año pasado, El Chapo fue extraditado a Nueva York, donde se espera que su juicio federal por cargos de asesinato, lavado de dinero y tráfico de drogas comience en un tribunal federal de Brooklyn en noviembre.

Las autoridades mexicanas tienen tanto interés en capturar al brutal capo de la droga que la semana pasada, agregaron otros $1.5 millones a la recompensa de $5 millones del Departamento de Estado por información que conduzca a la captura de El Mencho.

Hace unos años Oseguera Cervantes era policía en el municipio de Tomatlán, en el sur de Jalisco, y ahora es uno de los principales distribuidores de drogas sintéticas del continente, según el gobierno estadunidense.

En cinco años su grupo pasó de ser una banda local a las órdenes del Cartel de Sinaloa, a una organización con presencia creciente en el país, “asociado con el uso de violencia extrema”, proveedor de anfetaminas ilegales en Estados Unidos y Europa, y se han detectado vínculos con el mercado de drogas en Asia.