Sería consecuencia del movimiento gravitacional que ejercen entre sí, suponen los científicos

AGENCIAS

WASHINGTON.- A pesar de encontrarse a 778 millones de kilómetros de distancia del Sol, las lunas de Júpiter están cada vez más calientes. Aunque antes se creía que sus altas temperaturas se debían a la masa del mismo planeta, científicos descubrieron que los satélites podrían calentarse unos a otros.

En un estudio, científicos de la NASA señalan que el movimiento de los satélites de Júpiter podría provocar que estos se calienten por la influencia gravitacional que ejercen entre ellos, explicó Hamish Hay, del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA:

“Es sorprendente, pues las lunas son mucho más pequeñas que Júpiter. No esperarías que fueran capaces de crear una respuesta en marea tan gigantesca”.

El equipo cree que los principales satélites de Júpiter, Ío, Europa, Ganímedes y Calisto, tienen una temperatura suficientemente alta para albergar océanos de agua líquida bajo su superficie. La luna Ío, por ejemplo, está tan caliente como para tener más de 400 volcanes activos. Así, el calor que ejercen entre las lunas es suficiente para prevenir que estas se congelen, incluso cuando se encuentran tan lejos del Sol.

Este tipo de calentamiento se llama “calentamiento de marea” y ocurre en cualquier lugar donde exista agua, el planeta Tierra incluido.

“Queremos entender la fuente de todo este calor, tanto en su influencia en la evolución como en la habitabilidad de muchos mundos a través del sistema solar y más allá”, señaló el científico Antony Trinh de la Universidad de Arizona.