Coinciden, como lo ha expuesto El Despertador de Quintana Roo, en la apremiante necesidad de establecer un pacto formal entre todos los sectores sociales destinado a resolver las problemáticas persistentes en Cancún a lo largo de décadas, antes de retomar el crecimiento, de manera sostenible

SALVADOR CANTO / EQUIPO DE INVESTIGACIÓN DE EL DESPERTADOR DE QUINTANA ROO

La disyuntiva sobre si Cancún debe seguir creciendo o consolidar lo que ya tiene depende de un equilibrio cuidadoso entre el desarrollo económico, la sostenibilidad ambiental, la calidad de vida de los residentes y la preservación de la identidad cultural.

Para lograrlo, se requiere de un pacto social que permita hacer un balance de lo bueno y lo malo para que las autoridades puedan iniciar un proceso de toma de decisiones en pro del fortalecimiento del Caribe Mexicano, antes que nos quedemos sin agua, avance la contaminación y deterioro ambiental, sigan los apagones y aumente la percepción de inseguridad en la ciudad. 

En ese contexto se pronunciaron empresarios, catedráticos, ambientalistas y muchos ciudadanos quienes coinciden con la idea de que, a estas alturas, se requiere formalizar un acuerdo entre todos los sectores de la sociedad, a fin de que las administraciones puedan atender problemáticas con las que ha cargado Cancún en las últimas décadas.

En seguimiento del reportaje presentado la semana pasada por el equipo de investigación de El Despertador de Quintana Roo sobre el aniversario 54 de Cancún (www.eldespertadorqr.com/cancun-54-anos-crecer-o-consolidar/), pudimos percibir que la mayoría de nuestros lectores se decantó por la consolidación de lo que ya existe, al considerar el rezago de servicios básicos que enfrenta la ciudad.

Incluso, muchos destacaron que es necesario que se le ponga un freno a toda obra no prioritaria hasta que se avance en la atención al añejo rezago social producto de la demanda de servicios urgentes en las colonias populares, centro y zona hotelera, generado por el crecimiento acelerado que se ha dado en las últimas décadas.

Por ello, en el marco del actual proceso electoral, es necesario que todos los candidatos que buscan un cargo de elección popular asuman con responsabilidad algún compromiso que permita lograr el fortalecimiento del municipio mediante políticas públicas que involucren a todos los sectores. 

Consolidar, opinión mayoritaria 

Sergio León Cervantes, representante de Empresarios por Quintana Roo, coincidió en que Cancún necesita consolidar lo que ya tiene y es necesario hacer una revisión para que se mejoren muchas cosas, antes de seguir creciendo desordenadamente.

Sostuvo que, para consolidar a Cancún como una ciudad próspera y sostenible, se requiere un enfoque integral que aborde aspectos económicos, sociales, ambientales y de gobernanza.

Subrayó que el crecimiento va a seguir, pero es necesario que se atiendan prioridades, que se resuelvan problemas que se están añejando para evitar que más adelante “nos cobren factura”.

En ese contexto, la rectora de la Universidad del Caribe, Marisol Vanegas Pérez, consideró que lo que determina el crecimiento de una urbe no es la voluntad de la ciudadanía ni de sus autoridades, pues el crecer es una respuesta al proceso migratorio que acontece en todo el país.

“Históricamente la ciudad de Cancún registra un crecimiento poblacional de siete puntos porcentuales al año y, por eso, no queda más que pensar que el crecimiento va a seguir; sin embargo, sí es interesante el planteamiento de consolidar, pero para ello se necesita una estrategia global que involucre a todos los sectores”, expresó.

Dijo que existen muchas condiciones para que la ciudad se siga expandiendo, pero también se deben sentar las bases para que se mejoren muchos aspectos y para ello se requiere de la participación de todos en conjunto, ciudadanos, empresarios y autoridades.

De la misma manera, Fidel Villanueva Madrid, cronista de Isla Mujeres y conocedor de la historia de Cancún, destacó que hoy es tiempo de reflexión y de revisar bien hacia dónde va el futuro de este municipio.

“Desde luego que hay que analizar lo que está pasando, la ciudad de Cancún recién cumplió 54 años de su fundación y mi opinión es que se requiere reflexionar realmente qué es lo que se quiere para el futuro”, destacó.

En tanto, la activista Tiziana Roma Barrera opinó que el error más grande de Cancún fue haber cambiado el uso de suelo de las playas públicas, en especial Playa Chacmol, algo que “está sucediendo también con Playa Tortugas, Playa Gaviota Azul, que ahora se llama Playa Forum, que se convirtieron en espacios privados y nos han dejado nada más un acceso de escasos 10 o 15 metros de ancho”.

Cabe recordar que en octubre del 2020 el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto con el que se garantiza el libre acceso y tránsito en las playas de todo el país y establece sanciones a quienes prohíben el paso con una multa de hasta más de un millón de pesos, pero a pesar de ello los hoteleros siguen incumpliendo.

Voluntad política para frenar crecimiento desmedido

Miembros de diversas agrupaciones ambientales de Cancún coincidieron en que se necesita más que voluntad política para reordenar el crecimiento que existe actualmente en Cancún y prueba de ello es que el Plan de Desarrollo Urbano (PDU) 2022 está sin validez legal por incumplir con elementos técnicos, como un Atlas de Riesgo y planes de movilidad.

Esta decisión fue decretada por un juez federal tras la demanda de amparo que interpuso la abogada Antonella Vázquez Cavedon, representante de la organización Derecho por un Medio Ambiente Sano (DMAS), la cual encabezó también el movimiento legal para lograr la revocación de los permisos ambientales y de construcción del hotel Gran Solaris que se pretendía levantar a un costado de Playa Delfines, mediante autorizaciones poco transparentes incluida en el mismo PDU impugnado, en cuya conformación se omitió indebidamente la participación ciudadana.

De hecho, han sido los constantes cambios de uso de suelo adheridos a los PDU que se han dado a lo largo de los años los que han ocasionado la sobredensificación que padece actualmente la zona hotelera, debido a la autorización de desarrollos hoteleros que han cerrado la mayor parte de las de ya por sí escasas “ventanas al mar” públicas que existían.

Mientras que, en la parte urbana, ha sido permisible que el crecimiento siga de manera desordenada con desarrolladores que incumplen con el tema ambiental.

Cabe destacar que estos problemas ya se están comenzando a replicar en la Zona Continental de Isla Mujeres, en donde se siguen construyendo hoteles y cada vez la exigencia de servicios es más alta, al igual que en la parte urbana de Rancho Viejo, que colinda con Cancún.

Uno de estos proyectos desmedidos, que todavía está en juicio en los juzgados por amparos promovidos por organizaciones ciudadanas, es el denominado “Península Cancún”, que pretende edificar más de mil 400 viviendas en lo que fue el campo de golf Pok Ta Pok, con autorizaciones municipales y federales.

En ese contexto, varios grupos ambientales de la entidad se han unido para crear la “Alianza Ambientalista del Caribe Mexicano”, que este lunes 29 de abril a las 08:30 horas llevará a cabo su primera manifestación pacífica con una clausura simbólica de las oficinas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ubicadas en la zona hotelera de Cancún.

La intención es evidenciar la actitud omisa en la que ha incurrido Semarnat junto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) al no actuar en favor de la naturaleza e incumplir sus funciones, como en los casos del Tren Maya que ha provocado deforestación, contaminación de acuíferos y destrucción de cavernas, la construcción de hoteles militares sin permisos, el aeropuerto de Tulum, la venta de playas públicas, el Puente Nichupté y la vía en Felipe Carrillo Puerto denominada Puerta al Mar, entre otros.

Calidad del agua, foco rojo

Un estudio elaborado en 2021 por la firma AIMA Ingeniería y Consultoría, especializada en proyectos de tratamiento y calidad del agua y aguas residuales, ingeniería hidráulica y sanitaria e ingeniería ambiental, concluyó que la calidad del agua en la mancha urbana de Cancún es de regular a mala, como consecuencia de la permisibilidad para que cada vez haya más asentamientos irregulares donde se extrae agua cruda del subsuelo mediante pozos, y al mismo tiempo tengan descargas de desechos de manera directa por la carencia de drenaje sanitario, aunado a que la empresa Aguakan, concesionaria del agua potable, saneamiento y alcantarillado no cumple debidamente con sus funciones. 

En ese reporte se focalizan zonas de mayor deterioro en diversos puntos del Área Natural Protegida de los manglares y la laguna Nichupté, donde se reconoce que existe una descarga con alta concentración de enterococos fecales humanos.

Dicho estudio también subraya que el sistema de alcantarillado de la zona hotelera se construyó hace 40 años, lapso en el que, además del daño físico, colapsos y taponamientos, ha quedado rebasado en su capacidad y diseño, pues se delineó con base en usos de suelos de densidades y dotaciones muy inferiores a los actuales.

La calidad del agua en Cancún ha sido un tema de preocupación durante años, especialmente en lo que respecta al suministro de agua potable y la contaminación de cuerpos de agua como lagunas y playas.

Algunos de los problemas que han contribuido a ello han sido la contaminación por desechos y descargas de aguas residuales por la falta de sistemas de tratamiento adecuados que terminan contaminando directamente en el medio ambiente.

Además, reiteradamente se ha denunciado públicamente que la infraestructura de agua potable –concesionada a la empresa Aguakan en cuatro municipios, entre ellos Benito Juárez– no es adecuada para satisfacer las necesidades de una población en crecimiento, lo que ha devenido en la mala calidad del líquido destinado al consumo humano que se distribuye, por la presencia de sedimentos y bacterias.

Por ello, concluye el estudio, para mejorar la calidad del agua en Cancún se deberían tomar medidas significativas, como mejorar los sistemas de tratamiento de aguas residuales, implementar prácticas de gestión de residuos más efectivas, promover la conservación y restauración de ecosistemas acuáticos, implementar regulaciones más estrictas para reducir la contaminación, e invertir en infraestructura de agua potable y saneamiento.

Falta de municipalización e invasiones, grave problema social

A lo largo de la historia de Cancún como ciudad, diversos grupos políticos han manejado a su arbitrio las invasiones en zonas irregulares con el fin de incrementar su padrón electoral cuando se acerca alguna elección, y asegurar así un mayor número de votos. 

De hecho, fue así, mediante actos de clientelismo electoral, como iniciaron muchas de las colonias que se ubican en diversos puntos de la ciudad y que ya se encuentran regularizadas.

Se trata de una problemática que persiste, pues los asentamientos irregulares continúan extendiéndose a pesar de los graves riesgos a la salud pública que ocasiona la conexión directa a cenotes para las descargas de aguas residuales al manto freático, por no contar con drenaje, al mismo tiempo que se realiza la extracción de agua del subsuelo.  

Aunado a ello, también existe desinterés por la municipalización de fraccionamientos –entendido, de acuerdo con la Ley de Acciones Urbanísticas del Estado, como el acto formal de entrega-recepción de obras por el fraccionador, mediante el cual el Municipio asume las obligaciones de prestar servicios públicos en un nuevo desarrollo–, lo que ha derivado en que muchos de ellos, como Kusamil, Urbi Villas del Rey, Villas Otoch, Azul Bonampak y Bahía Real, entre otros, padezcan constantemente problemas de alumbrado público y apagones por el deficiente suministro de energía eléctrica, recolección de basura, falta de agua potable y de alcantarillado, lo que provoca que las aguas negras se rebosen.

Por ejemplo, el fraccionamiento Bahía Real desde hace más de dos años enfrenta serios problemas por la falta de alumbrado, pero sobre todo de drenaje sanitario, lo que ha ocasionado que una parte de la avenida principal se encuentre permanentemente encharcada con aguas putrefactas, afectando directamente a más de 20 familias, sin que haya atención de las autoridades.

Estas situaciones han sido parte de las complicaciones recurrentes dentro del desmesurado crecimiento de una ciudad joven, sin una debida planificación de las autoridades que han estado a cargo a lo largo de los años, para atenderlas e impedir que los problemas sigan en aumento.

Urge atención a temas prioritarios

Dentro de la grave problemática que enfrenta Cancún a 54 años de su fundación, la nula atención a los problemas recurrentes como la falta de agua potable, apagones de energía eléctrica, falta de servicios públicos en la megalópolis, ha provocado que muchas veces las familias se organicen y bloqueen calles y avenidas, afectando a terceros para exigir a las autoridades que atiendan sus demandas.

Además, es evidente la saturación de servicios públicos y los cárcamos de agua que opera la empresa Aguakan son insuficientes.

También, se enfrenta el grave problema ambiental ocasionado por la mala operación de los rellenos sanitarios, que ha generado la apertura de más celdas e incluso la construcción de nuevos espacios para el depósito final de los residuos sólidos urbanos para tratar de atender una ciudad que, de acuerdo al último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ya alcanzó el millón de habitantes.

¿Qué se necesita para que Cancún se consolide como ciudad?

– Pacto social y de compromiso: De entrada, se requiere voluntad más que política de todos los sectores de la sociedad para que haya un acuerdo y se le dé atención inmediata a los problemas prioritarios como la revisión de espacios públicos abandonados y que se les rescate, como el antiguo Hospital General o el Auditorio del Bienestar y se dote a la ciudad de más parques públicos y unidades deportivas. Además, se requiere un enfoque con mayores compromisos de las autoridades para que se decrete cero tolerancia a la información reservada y que todo lo que hagan se lleve a cabo de manera transparente.

– Infraestructura urbana: Urge invertir en infraestructura básica como calles y avenidas, que se cuente con un transporte público eficiente, que mejoren los servicios de agua potable y saneamiento, así como la expansión de servicios de salud y educación para satisfacer las necesidades de una población en crecimiento.

Diversificación económica: Si bien Cancún es conocido principalmente como un destino turístico de sol y playas, diversificar su economía puede ayudar a fortalecer su estabilidad a largo plazo. Esto podría implicar la promoción de industrias como la tecnología, la educación superior, la salud y otros sectores no relacionados con el turismo. Sin embargo, de continuar la línea de turismo, se requiere recuperar segmentos especiales como el de congresos y convenciones, médico, deportivo, cultural, entre otros, que se han desplazado a Mérida, donde existe la infraestructura y coordinación de los diferentes sectores para su atracción y ejecución exitosa.

– Desarrollo sostenible: Dada su ubicación en una zona ecológicamente sensible, es crucial que Cancún aborde el desarrollo de manera sostenible, más allá del discurso. Esto implica políticas que protejan efectivamente el medio ambiente, promoviendo la conservación de los ecosistemas locales, así como la gestión adecuada de los residuos y el agua.

La situación de Cancún requiere una acción concertada y decidida por parte de todos los sectores sociales para abordar los desafíos que enfrenta la ciudad. Es evidente que el crecimiento desordenado ha generado problemas graves en términos de calidad de vida, medio ambiente y servicios básicos. Ante esto, urge establecer un pacto formal que priorice la consolidación de lo existente sobre el crecimiento desmedido. Este pacto debe involucrar a empresarios, ciudadanos, autoridades y grupos ambientales, quienes deben comprometerse a trabajar en conjunto para atender las necesidades prioritarias, mejorar la infraestructura urbana, diversificar la economía y promover un desarrollo sostenible. Además, es crucial que los candidatos en el actual proceso electoral asuman responsabilidades concretas para avanzar en estas áreas. Solo a través de un esfuerzo colectivo y coordinado se podrá garantizar un futuro próspero y sostenible para Cancún.