Cumple su primer año

renegociación del TLCAN

AGENCIAS

WASHINGTON.- La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) cumple un año plagado de constantes reuniones y reproches, sin ofrecer progresos significativos de cara a un nuevo pacto comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.

Tras innumerables encuentros, mesas de trabajo, llamadas, reuniones bilaterales y trilaterales, lo único que parece haberse consolidado son las buenas relaciones personales entre los tres jefes negociadores.

El impulso para reabrir el TLCAN, formalizado en 1994 y considerado hasta entonces un éxito de la integración comercial por los gobiernos de los tres países vecinos, fue la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, quien lo calificó en reiteradas ocasiones como un “desastre”.

En el arranque, en agosto de 2017, la distancia entre las partes era notable: EEUU buscaba una renegociación completa; mientras que Canadá y México apostaban por una actualización y modernización.

Desde entonces, las fechas límites se han ido sucediendo. En un primer momento, Washington apostó por un acuerdo para comienzos de 2018, algo que pronto quedó desestimado.

Luego, el objetivo se trasladó a la primavera, también sin éxito. Y, posteriormente, se marcó como meta las elecciones presidenciales mexicanas del pasado 1 de julio, en las que se alzó con la victoria el candidato izquierdista, Andrés Manuel López Obrador.

Apenas el pasado jueves, en una reunión de gabinete en la Casa Blanca, Trump redoblaba su posición: “No tengo prisa. Si no tenemos progresos, no cerramos un acuerdo”.

El pasado viernes, Guajardo y Lighthizer concluyeron una nueva reunión de trabajo en Washington, con el objetivo de acercar las posturas entre ambos países, y así retomar pronto las conversaciones con Canadá.

“La situación es esperanzadora pero incierta. El deseo de concluir las negociaciones es real y puede llevar a resultados positivos”, afirmó Eric Farnsworth, vicepresidente del centro de estudios Council of the Americas; no obstante, recalcó que para que los avances sean sustanciales será necesaria la “flexibilidad” de Estados Unidos.