BRUSELAS.- La cumbre informal sobre inmigración que celebraron 16 países de la Unión Europea terminó con progresos para forjar un acuerdo en el Consejo Europeo de la semana próxima, según dijeron varios de los jefes de Estado y de Gobierno que participaron en la reunión.

La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó tras la cumbre que hay coincidencia en que “no se puede dejar solos” a los socios más afectados por la llegada de la inmigración irregular y dijo que los refugiados “no pueden elegir” en que país piden asilo.

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha mostrado esperanzado en que la Unión Europea llegue a un acuerdo común para hacer frente al problema de la inmigración después de esta cumbre, que ha calificado de “un paso adelante” en esa dirección.

El primer ministro maltés, Joseph Muscat, afirmó a su salida de la cumbre que el encuentro había sido “una señal de que hay una voluntad de ir hacia más cambios operacionales” en la política migratoria europea, y recordó que “hay personas en el mar ahora mismo”, por lo que “la situación escalará si no se toman decisiones en los próximos días”.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, convocó el encuentro a petición de la canciller alemana, quien para salvar su gobierno de coalición necesita ofrecer soluciones al líder del ala bávara de su partido y ministro de Interior, Horst Seehofer, que demanda más mano dura en política migratoria. Merkel quiere frenar la “migración secundaria”, por la que los demandantes de asilo que llegan a las costas Mediterráneas se dirigen luego a Alemania –que recibió casi 1,2 millones de solicitudes en 2015 y 2016– y a otros países del norte para solicitar protección.