Un equipo de buzos ha descubierto un barco naufragado del siglo XIX cerca de la isla de Öland, en la costa de Suecia, cargado con botellas de champagne y agua mineral. 

Tomasz Stachura, un reconocido buceador polaco y fotógrafo submarino, anunció el hallazgo el pasado 23 de julio. Este descubrimiento, realizado por el equipo Baltictech, ha sorprendido por la gran cantidad de botellas encontradas en la embarcación sumergida, algo inusual en la experiencia de Stachura, quien lleva 40 años explorando naufragios.

El equipo localizó el barco gracias a una investigación de años y a la curiosidad que los llevó a explorar nuevas ubicaciones. Aunque inicialmente pensaron que se trataba de un barco de pesca común, los buzos Marek Cacaj y Pawel Truszynski decidieron sumergirse y, durante dos horas, confirmaron que el barco contenía una cantidad significativa de champagne.

Los buzos contaron más de 100 botellas de champagne y agua mineral, aunque Stachura señaló que podría haber muchas más. El agua mineral encontrada estaba sellada en botellas de cerámica con el logo de la marca Selters, que sigue operando en la actualidad. Gracias a la ayuda de historiadores y al análisis de las botellas de cerámica, el equipo determinó que el barco data de entre 1850 y 1867.

Una de las incógnitas que aún quedan por resolver es la procedencia del champagne y su destino. Stachura sugiere que podría tratarse de champagne Louis Roederer, conocido por ser uno de los preferidos en la corte imperial rusa del siglo XIX. De hecho, en 1876, la casa de champán Louis Roederer comenzó a producir una cuvée especial, Cristal, para el zar Alejandro II de Rusia.

Aunque no se ha confirmado si el champagne es seguro para consumir, el equipo continúa investigando el hallazgo en colaboración con el Instituto de Investigación Arqueológica Marítima de la Universidad Södertörn de Suecia, bajo la dirección del profesor Johan Rönnby. 

Sin embargo, antes de proceder con la extracción de las botellas, existen restricciones administrativas que deben considerarse. Según Stachura, “ha estado allí durante 170 años, así que puede esperar un año más mientras nos preparamos mejor para la operación”.

Las condiciones únicas del Mar Báltico, caracterizadas por sus aguas salobres, hacen que este sea un lugar fascinante para el descubrimiento de naufragios. Se estima que en el Báltico hay aproximadamente 100,000 naufragios, lo que lo convierte en un destino atractivo para buceadores y arqueólogos.

Las bajas temperaturas y la baja salinidad han preservado muchos de estos barcos a lo largo de los siglos, lo que permite hallazgos como este.

El equipo de Baltictech, que también incluye a Michal Iwicki, Maciej Honc y Paweł Wilk, planea ofrecer más detalles sobre este hallazgo en la Conferencia Baltictech 2024, que reunirá a buceadores técnicos de todo el mundo en noviembre. (Vinetur.com)