DE VIVA VOZ

Ingeniero industrial, espeleólogo y consultor de calidad del agua, insiste en que el megaproyecto será catastrófico para el manto acuífero de la Península y terminará convertido en un “monumento a la ignominia”

SALVADOR CANTO

El activista ambiental Guillermo D’Christy consideró que cambiar nuevamente el tramo cinco del proyecto del Tren Maya para hacer un viaducto elevado será catastrófico para  el mayor manto acuífero en México, pues para hacerlo tendrán que pilotear la zona, lo cual ya están haciendo de manera indiscriminada.

“Si el presidente dice que un 70% de un viaducto será elevado, que nos digan de dónde lo van a colgar porque para tenerlo elevado o lo cuelgan de las nubes o inventamos la anti gravedad, pues para poder soportar un viaducto elevado se tiene que poner una cantidad inmensa de pilotes y ya comenzaron a hacerlo”, explicó el ingeniero industrial, en entrevista con El Despertador de Quintana Roo.

De Viva Voz, el también espeleólogo y consultor de calidad del agua sostuvo que el Tren Maya es un proyecto ilegal, inmoral y ecocida y el riesgo de insertar pilotes en el suelo, que es de tipo kárstico en esa zona (una especie de roca porosa que se fractura fácilmente), implica que estos conectarán directamente con los cuerpos de agua subterráneos, lo que implica que los contaminantes y sustancias propias de la operación escurran a los cuerpos acuáticos.

Incluso, advirtió que esto resultará peligroso dado que la mayor parte del agua que se consume en esa zona de Quintana Roo (al menos 87 por ciento en la región de la Península de Yucatán), incluidas las zonas turísticas como Cancún, Tulum o la Riviera Maya, proviene de los ríos subterráneos.

Destacó que el cambiar a cada rato la ruta y modificar el trazado de un encaprichado proyecto, deja en claro que desde el inicio todo lo están haciendo mal.

Apunto también que el gobierno federal se equivocó al declarar al proyecto del Tren Maya como de seguridad nacional, puesto que “seguridad nacional es cuidar el agua, es cuidar el medio ambiente y eso no lo están tomando en cuenta”.

De igual manera, insistió que la selva que ya ha sido devastada quedará como un monumento a la ignominia que tendrá graves consecuencias por la desaparición de poco más de nueve mil árboles de la región que ni siquiera con el programa Sembrando Vida podrán recomponer.

—¿Cuál es el panorama del Tren Maya?

—Lo seguimos viendo como desde un principio: es una obra ilegal porque inició sin tener una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) en tiempo y forma, sin un resolutivo, sin un cambio de uso de suelo forestal que aún ahora no se tienen. Lo seguimos viendo ilegal porque desde el momento que comenzaron a perforar están vulnerando las cavernas y cuevas y seguramente ya comenzaron a vulnerar el acuífero que va en contra de los mismos reglamentos de protección a los cenotes. Cualquier explicación que nos puedan dar al respecto de lo que se está haciendo y de cómo se pretende cuidar o evitar dañar, lo cual no es verdad, es parte del hecho de que es una obra ilegal.

—¿Es en realidad una obra de Seguridad Nacional?

—Se pretendió poner el estatus de la obra como de Seguridad Nacional, pero definitivamente nosotros estamos convencidos de que Seguridad Nacional es el abasto oportuno y limpio del agua, el cual este proyecto del Tren Maya lo está comenzando a vulnerar desde el mismo hecho de la obra y el hecho de magnificar turismo y desarrollos inmobiliarios que trae este proyecto porque no es en sí el Tren tanto el problema —que sí es un gran problema—, pues ha habido una gran devastación tanto a árboles y estamos hablando que tan solo en el tramo 5 casi nueve millones de árboles cortados, pero se pretende crecer los centros urbanos de manera exponencial  y eso pone en peligro el abasto del agua.

—¿Cambios tras cambios de ruta, es un reflejo de las inconsistencias?

—De entrada, el dividir el proyecto en siete tramos es ilegal, porque se debió presentar una MIA de toda la obra, y una de las maniobras para tratar de brincarse la legalidad fue dividirla en tramos. Luego, no hay un proyecto ejecutivo como tal, ni nosotros ni el público lo hemos visto y entonces cómo podemos partir de un Manifiesto de Impacto Ambiental cuando no existe un proyecto ejecutivo y lo estamos viendo desde el momento que decidieron desviarse de la carretera hacia la selva, justo en el lugar en donde les dijimos que era el lugar más complicado para construir, en donde más se iba a vulnerar el corredor biológico, cenotes, cavernas, acuíferos, la parte más delicada del estado desde este punto de vista y no hicieron caso, ahí se fueron a devastar. Ahora, han estado cambiando de rutas porque encuentran vestigios arqueológicos, cavernas y así es como han seguido avanzando.

—Entonces, ¿ni elevado ni por la selva es viable el proyecto?

—Originalmente lo tenían planeado por la carretera  e independiente de que pudiéramos estar a favor o en contra del Tren Maya, pues bueno, se estaban utilizando los derechos de vía originales y existentes que era una de las promesas presidenciales pero no se está haciendo y no se pretende hacer en los tramos cinco, seis y siete que son los tramos más delicados desde el punto de vista medio ambiental y con eso está incumpliendo su palabra de lo que prometió. Ahora, si el tren se hubiera mantenido por la carretera como el tramo Mérida-Cancún, te podría decir que puede ser una buena obra, pues nosotros planteamos antes del 2018 y al inicio de la administración la posibilidad de tener un tren ligero de Cancún a Tulum con múltiples estaciones, que realmente los trabajadores y los turistas lo pudieran usar junto a la carretera.

—¿Es cierto que hacerlo con un viaducto elevado no va vulnerar los cenotes y cavernas?

—Si él (presidente) dice que un 70% de un viaducto será elevado, que nos digan de dónde lo van a colgar porque para tenerlo elevado o lo cuelgan de las nubes o inventamos la anti gravedad porque para poder soportar un viaducto elevado se tiene que poner una cantidad de pilotes inmensa. Nosotros hemos visto que nada más en el tramo que está iniciando en la parte de la avenida Juárez en donde está la caverna Yorogana, lo están impactando hoy por hoy; solamente en un tramo menor de 150 metros tenemos más de 24 pilotes, imagínense alrededor de 60 o 70 kilómetros más. Ya hicimos recorridos y tenemos todo documentado; entonces, el que lo hagan elevado no es garantía de que no se esté vulnerando, al contrario, todavía se va a vulnerar más porque se va a meter más pilotaje y los impactos serán irreversibles porque cualquier caverna que se vea vulnerada ya está marcada y todo lo que utilizan para perforar como agregados, todo se irá al manto acuífero y ese es uno de los grandes problemas y las grandes necedades, además de que aparte luego se le cuela concreto y demás, la situación será peor.

—¿Qué va a pasar con la selva que ha sido devastada?

—Ya ahorita es un muro muerto porque finalmente se dividió el ecosistema ahí, los animales que quedaron de un lado no necesariamente se van a poder comunicar con el otro y los que quedaron encerrados entre el trazo del Tren y la ciudad de Playa del Carmen y carreteras aledañas, ya están atrapados y son especies que con el paso del tiempo tienen a desaparecer, no va a haber un intercambio biológico. Tenemos la pérdida biológica de al menos ahorita nueve millones de árboles y eso no lo resiste nadie, no hay nada que lo pueda compensar, ni siquiera el programa de Sembrando Vida porque sembrar árboles maderables y frutales en el sascab no es viable porque el tipo de suelo es distinto.

—Organismos internacionales como la ONU han confirmado la inviabilidad del proyecto, ¿qué opina al respecto?

—Justamente la ONU acaba de hacer un pronunciamiento, ya lo esperábamos desde hace tiempo, pero finalmente lo presentaron y todas las dudas que existen y de todas las voces que estamos diciendo que es un proyecto que está vulnerando, pues no sóo es el medio ambiente y el derecho que tenemos, sino también estamos hablando de todo el despojo que le están haciendo a las comunidades.

—Pero el presidente dice que todos en las comunidades están muy contentos, ¿es cierto?

—Pues sí, porque cuanto te sientes cooptado para vender o expropiar con la Guardia Nacional y al Ejército al frente, la gente vende y no se les puede reclamar nada, porque en realidad nunca se les preguntó a las comunidades de forma libre e informada qué esperarían del Tren, es decir, nadie les preguntó qué quieren porque seguramente nadie les iba decir que un Tren, sino que necesitarían escuelas, clínicas y mil cosas más que realmente sí requieren. Hay muchas maneras de llevar bienestar a las comunidades y no precisamente un tren que, insisto, es inviable en esta región.

—¿Qué pasó entonces con los foros y reuniones que tuvieron con la gente del proyecto?

—Todas las reuniones han sido y son manipuladas, comenzando porque la MIA fue extemporánea, las convocatorias informativas ciudadanas en Jacinto Pat, en Cancún y en otros lugares ya estaban todas arregladas, llenas de acarreo, llenas de gente que les aplaude todo al gobierno y en muchos foros nosotros tuvimos que arrebatar la palabra para decirles que lo que estaban haciendo estaba mal con pruebas, datos duros y nunca lograron contestarnos porque era obvio que todo estaba manipulado por quienes organizaron estos foros informativos, con medias verdades y en realidad no hay información.

—Por otro lado, ¿cómo estamos en la calidad del agua en la región?

—Estamos muy preocupados porque hace algunas semanas desapareció la base de datos que era pública del Sistema Nacional de Monitoreo de la calidad del agua dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). En una de las páginas la Península de Yucatán aparece todo vacío, como si no quisieran que se enterara uno de cómo está el tema de calidad, pero hasta hace algunos meses aparecía que prácticamente el 50% de los puntos de muestreo de la Península de Yucatán, ya presentan una contaminación severa y entonces, no lo digo yo, lo dicen estudios que señalan que para el 2030 van a venir más personas hasta la Península de Yucatán a vivir que van a estar demandando el mismo volumen del agua que ya estamos utilizando nosotros y entonces, ¿de dónde va a salir esa agua? si estamos hablando de un problema serio de contaminación que nadie quiere ver y el mismo hecho de explotarla más, nos estaría llevando a un punto más crítico. Por ejemplo, hay lugares en Playa del Carmen en donde los pozos comienzan a salarse porque los estamos sobreexplotando, y con ello el agua que todos sabemos va a comenzar a afectarnos. Hay gente que me dicen que  ahí está la tecnología, hay plantas potabilizadoras, desaladoras que sí podrían implementarse, pero el problema no es ese, sino en la selva, por ejemplo los animales que se surten del agua actual del acuífero, pues ellos no van tener para comprar una desaladora o plantas potabilizadoras. Entonces se vislumbra un proceso de desertificación a un mediano y corto plazo, porque hay muchas especies que van tener que moverse a lugares en donde encuentren mejor calidad de vida.

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En el Programa Hídrico Regional 2021-2024 de la Comisión Nacional del Agua para la región de la Península de Yucatán se advierte que la vulnerabilidad del acuífero en las cavernas del norte de Quintana Roo así como en la parte del sur, que coincide con los Tramos 5 Norte y 6 del Tren Maya, que va de Tulum a Chetumal, tienen un grado extremo ante la contaminación.