Quienes padecieron la enfermedad son más propensos a enfermedades de corazón, incluso si los síntomas fueron leves o se tenía una buena salud antes del coronavirus

AGENCIAS

WASHINGTON.- El COVID-19 es una enfermedad relativamente nueva, de la cual se tienen pocos registros de lo que puede ocasionar a mediano y largo plazo. Una reciente investigación reveló que las personas que padecieron la enfermedad son más propensas a tener problemas de corazón, incluso si los síntomas fueron leves o se tenía una buena salud antes del coronavirus.

“Mostramos que, más allá de los primeros 30 días después de la infección, las personas con COVID-19 tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular”, se lee en el estudio, que comparó una muestra de 153 mil personas que se contagiaron de COVID-19, con dos grupos de personas: las que no se contagiaron durante la pandemia y otro más de personas con información del año 2017, antes de que apareciera la enfermedad en el mundo.

«No importa si eres joven o viejo, hombre o mujer, fumador o no, el riesgo está ahí», dijo el coautor del estudio, Ziyad Al-Aly de la Universidad de Washington, a dicha revista.

Este primer acercamiento muestra que las personas que enfermaron o enfermarán de COVID-19 pueden ser más propensas a padecer enfermedades del corazón como: cerebrovasculares, arritmias, cardiopatía isquémica y no isquémica, pericarditis, miocarditis, insuficiencia cardíaca y enfermedad tromboembólica.

“Estos riesgos y cargas fueron evidentes incluso entre las personas que no fueron hospitalizadas durante la fase aguda de la infección y aumentaron de forma gradual según el entorno de atención durante la fase aguda (no hospitalizados, hospitalizados e ingresados en cuidados intensivos)”, agregaron en la investigación.

“Las vías de atención de quienes sobreviven al episodio agudo de COVID-19 deben incluir atención a la salud y la enfermedad cardiovascular”, sugieren los investigadores.