WASHINGTON.- La cumbre del G7, que se celebró en Quebec del 8 al 9 de junio, se desarrolló en medio de fuertes choques y tuvo un final no menos tenso, luego de que el sábado el presidente estadounidense, Donald Trump, quien había amagado con suspender todo el comercio con los demás países integrantes del bloque si no frenan lo que llamó “prácticas injustas”, retiró de último minuto el apoyo de su país al comunicado conjunto que se había emitido.

A través de su cuenta de Twitter, luego de abandonar Canadá, Trump culpó a ese país de su decisión de no suscribir el comunicado y no dudó en insultar a su primer ministro, Justin Trudeau, al que llamó «deshonesto y débil».

“A raíz de las falsas declaraciones de Justin en su rueda de prensa y al hecho que Canadá está cobrando aranceles masivos a los granjeros trabajadores y empresas estadunidenses, he instruido a nuestros representantes a no endosar el comunicado”, señaló Trump mediante su cuenta en la red social Twitter.

Por la tarde, al término de la cumbre, Trudeau había advertido a Trump que su país no tendrá «ninguna duda» en tomar represalias comerciales contra Estados Unidos por la decisión de Washington de imponer aranceles a las exportaciones canadienses de acero y aluminio, lo cual, aseguró, es algo que le había comunicado al mandatario de EEUU.

El encuentro terminó sin una salida clara, de modo que seis de sus miembros pudieran convencer o abrir una salida a la guerra comercial iniciada por Washington al imponer tarifas arancelarias al acero y al aluminio contra México, Canadá y la Unión Europea.

La tensión persistió el domingo, cuando el asesor económico de la Casa Blanca Larry Kudlow suscribió las palabras de Trump y acusó a Canadá de “apuñalar por la espalda” a EEUU durante la cumbre del G7. “El presidente Donald Trump no va a permitir que un primer ministro canadiense le mangonee», añadió, aunque quiso quitar un poco de hierro al asunto al asegurar que, al escribir los mensajes en los que atacaba a Trudeau, en realidad, Trump estaba pensando más en su reunión con Kim que en la Cumbre del G7. “Kim no puede ver debilidad en el presidente (…). Este es un caso en el que Trudeau estaba provocando daños colaterales”, dijo.

Las recientes decisiones de Trump, quien ha gobernado con políticas nacionalistas durante 18 meses, lo sitúan al margen de la organización con enfoque global y han promovido la especulación de que el grupo podría convertirse en algo como «el G-6 más uno».