AGENCIAS

WASHINGTON.- Donald Trump fue elegido nuevamente presidente de Estados Unidos en una victoria contundente que otorga al Partido Republicano el control de la Casa Blanca, el Senado y, posiblemente, la Cámara de Representantes. Su triunfo no solo marca un regreso al poder, sino también la oportunidad de implementar un cambio radical en el país, respaldado por una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo.

Durante su discurso de victoria, Trump se dirigió a sus seguidores declarando: “Este es el movimiento político más grande de todos los tiempos… No descansaré hasta tener una América próspera y segura”. Aseguró que su mandato impulsará una «era dorada» para el país, con el compromiso de sanar las divisiones sociales y fortalecer la economía, y reforzará y sellará las fronteras de su país.

La reelección de Trump, que asumirá el poder el 20 de enero de 2025, genera gran expectativa a nivel mundial. Su triunfo es un impulso para líderes de derecha y movimientos iliberales en el extranjero, y plantea desafíos en la diplomacia con China, la Unión Europea, la OTAN y Ucrania, entre otros. Trump llega con una postura de «América primero», que podría redefinir las relaciones internacionales en un contexto de intereses nacionales prioritarios.

A pesar de las predicciones de un resultado ajustado y una noche de recuento prolongado, Trump aseguró victorias tempranas en estados clave como Carolina del Norte, Georgia y Pensilvania. Las encuestas no anticiparon la «ola roja» que favoreció a Trump, subestimando la fuerza de su base de apoyo, que respaldó su mensaje crítico y populista.