* A sus 75 años, enfrenta la dura realidad de estar prácticamente en la calle, con acceso únicamente al mantenimiento de la tumba familiar. Sus hijos se apropiaron por completo de la empresa

Sergio Masté

Al borde de las lágrimas y la voz quebrada por el dolor, el ingeniero Valdemar Aguado Rubio hizo una declaración contundente en una conferencia de prensa: “Jamás pensé que mi hija me hiciera lo que me hizo; mi hija, mi hijo y mis nietos están muertos para mí”. Este ingeniero, una vez orgulloso dueño de Cultura Energética de Quintana Roo SA de CV, ha sido despojado de su empresa por su propia hija, Fátima Alicia Aguado Cano, y Arnulfo David Cervantes.
Durante la conferencia, en un gesto de desesperación y simbolismo, Aguado Rubio se quitó la camisa de su empresa y la rompió en pedazos, denunciando públicamente el uso ilegal de su nombre y firma para realizar certificaciones indebidas a diversos clientes. Esta situación ha llevado al ingeniero a interponer una demanda ante la Fiscalía del estado, como consta en el expediente FGE/QROO/CAN/UAT/13721/2024, por los delitos de falsificación de documentos y uso de documentos falsos.
El ingeniero explicó que, tras el fallecimiento de su esposa, quien había cedido parte de sus acciones a sus hijos, estos se apropiaron por completo de la empresa. Afirmó que la notaría que realizó el documento no expuso la importancia del usufructo vitalicio, lo que permitió que sus hijos tomaran posesión de la empresa antes de su fallecimiento. Como resultado, Valdemar Aguado Rubio se encuentra despojado de sus activos, su nombre y firma, y sin acceso a la compañía ni a su propia vivienda.
A sus 75 años, Aguado Rubio enfrenta la dura realidad de estar prácticamente en la calle, con acceso únicamente al mantenimiento de la tumba familiar. Ante los medios, hizo un llamado a las personas de la tercera edad para que su situación sirva de ejemplo y evitar que sus hijos se aprovechen de circunstancias similares. “Las consecuencias pueden ser desastrosas para las empresas involucradas, por eso la importancia de esta alerta”, subrayó.
Además, el ingeniero pidió a sus clientes que eviten hacer tratos con su hija, Fátima Alicia Aguado Cano, ya que no está calificada ni autorizada para brindar certificaciones en el Renglón 7 en los municipios de Isla Mujeres, Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad, Cozumel, Tulum y Lázaro Cárdenas.
Aguado Rubio, sin dejarse vencer por la adversidad, ha fundado una nueva empresa: AVE FÉNIX DE CULTURA DE QUINTANA ROO, que se encuentra en trámites de registro. Con este nuevo emprendimiento, busca continuar prestando servicios y mantener la integridad de su nombre y legado mientras se resuelve el litigio familiar.