MANAGUA.- Al menos 11 muertos, dos de ellos policías, dejó como resultado un ataque armado del Gobierno de Nicaragua en las ciudades de Diriamba y Jinotepe, en la zona Pacífico. Las muertes ocurrieron durante ataques simultáneos a ambas ciudades, que comenzaron de madrugada y se extendieron hasta la noche del domingo, en vísperas de la reanudación del diálogo nacional para intentar resolver la crisis.

«Manejamos 11, de ellos, siete están identificados, hay otros dos que sabemos que fueron asesinados con una granada de mano, y otros que están en la morgue. Estos datos no son definitivos sobre lo que ocurrió hoy», dijo una portavoz del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.

Los activistas coincidieron con los manifestantes «autoconvocados» de ambas ciudades, en señalar que la mayoría de las muertes fueron ocasionadas por las «fuerzas combinadas» del Gobierno, conformadas por policías, agentes antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos oficialistas, fuertemente armados.

El exguerrillero y mayor retirado de las Fuerzas Armadas Roberto Samcam denunció que el Gobierno utilizó a personas vestidas de civil para manipular armamento exclusivo del Ejército de Nicaragua en los ataques, como los lanzacohetes portátiles rusos RPG 7, ametralladoras PKM y granadas de mano.

La Policía Nacional únicamente informó de dos fallecidos en el ataque, ambos policías, y atribuyó las muertes a grupos de «terroristas».